El cultivo del maíz extremeño es el más importantes del regadío de la región por su extensión (casi 50.000 has) y también porque es el cultivo regulador del resto de cultivos y en esta campaña nefasta para los productores puede conllevar una pérdida de casi 32 millones e euros por culpa de la climatología y especialmente de la caída de los precios. Una situación que se suma tambén a las pérdidas en el arroz.
El secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas, ha dejado claro que el maíz extremeño se encuentra en “grave peligro” por la especulación que se está haciendo con los cereales, que está hundiendo los precios desde hace varios años (desde 2014 a 2016).
UPA-UCE prevé unas pérdidas de más 15 millones de euros sólo por la reducción de precios
Esto ha tenido como consecuencia un retroceso importante en la siembra de maíz, que ha pasado de 62.869 has en 2014, a 49.300 has en 2016 (13.569 has menos, un 12% menos). Además, esta situación se ha agravado este año por la climatología, primero en la siembra con fuertes lluvias en abril y tormentas de viento; además del granizo de julio que arrasó más de 3.000 has y debilitó una buena parte de la producción de maíz extremeño. Por otro lado, las olas de calor de este verano tampoco han favorecido a la planta: “Hablamos de una reducción de más de 2 toneladas por hectárea”.
Según UPA-UCE esto supone unas pérdidas de más 15 millones de euros por la reducción de precios (descenso del 10% respecto a la campaña anterior, que ya eran precios ruinosos), a los que hay que sumar más de 16’6 millones de euros en pérdidas por la bajada de la producción. En total, desde la organización profesional agraria calculan que las pérdidas en el maíz extremeño en la campaña de 2016 llegan casi a los 32 millones de euros.
Desde UPA-UCE alertan del riesgo que esto supone para miles de agricultores de maíz extremeño, pero también para todo el regadío extremeño porque hay riesgo de sobrecargar el resto de cultivos, rompiendo el equilibrio que había hasta ahora. Por ello, Huertas hace una llamada de socorro y exige a las Administraciones que pongan en marcha una ayuda excepcional como se ha hecho en otros sectores (leche, porcino o fruta) utilizando la reserva de crisis a nivel europeo.
El arroz también arrasa importante pérdidas por culpa de la climatología, el aumento de costes y la congelación de precios
Se está produciendo la recogida del producto en el campo, falta en torno a un 40% por cosechar. Se trata de un cultivo muy importante en los regadíos de Extremadura que cuenta con 24.700 has.
La campaña también se ha visto muy afectada por la climatología adversa, que provocó siembras muy tardías y las altas temperaturas han impedido la polinización natural, generando una reducción en la producción.
Además, Huertas señala que esta campaña los arroceros han experimentado un incremento en los costes de producción debido a los problemas para el control de malas hierbas por la resistencia de estas a la poca variedad de herbicidas disponibles: “Los agricultores tienen grandes limitaciones para usar determinados productos y pocas alternativas a los tratamientos aéreos, que están prohibidos”.
Desde UPA-UCE señalan que esto tiene como consecuencia un incremento importante de tratamientos y también de costes de producción (más de 200€/ha). Huertas añade que a esta problemática situación hay que sumar los precios congelados en este producto (29 céntimos/kg) por las importaciones de países terceros, que por los acuerdos preferenciales exportan a la UE su arroz sin aranceles: “No sabemos cómo se produce este arroz, qué controles tiene, qué fitosanitarios se utilizan… Y está compitiendo con nuestras producciones hundiendo los precios de mercado”.
Por esto, desde la organización profesional agraria exigen al Ministerio que se aplique la Cláusula de Salvaguardia que impide hacer importaciones de un producto cuando se encuentra con precios por debajo del umbral de la rentabilidad, durante la época de comercialización.