Han precisado que, para eliminar el comercio ilegal de cigarrillos y alcohol, se necesita cooperación internacional y herramientas más sofisticadas que ayuden a los trabajadores de aduanas, fronteras e impuestos a luchar contra los delincuentes responsables de dicho comercio.
El portavoz de la DCTA, Pat Heneghan, ha indicado que las cadenas de suministro legal son globales, complejas e implican a muchas partes.
Por ello, ha apuntado que si se combinan con la sofisticación de los delincuentes y terroristas que trafican con bienes ilegales, la conclusión es que "los gobiernos nacionales deberán usar los últimos avances en tecnología para garantizar cadenas de suministro seguras, si quieren dar una respuesta real a este creciente y peligroso problema".