La nueva plaga de cuarentena del trips sudafricano (o Scirtothrips aurantii) provoca ya unos daños directos de más de cinco millones de euros a los productores de caqui de la Comunitat Valenciana, concentrados fundamentalmente en la comarca de la Ribera Alta, según las primeras estimaciones de LA UNIÓ Llauradora.

La plaga fue declarada oficialmente el pasado 3 de julio tras ser publicada una Resolución de la Conselleria de Agricultura, aunque unos días antes ya LA UNIÓ lo había hecho público en función de las prospecciones realizadas por las diversas zonas productoras.

Un estudio de LA UNIÓ con visitas a campos afectados revela que el porcentaje actual de fruta dañada es del 4% por no ser apta para el consumo como consecuencia de los daños causados por la plaga y del 6% en la Ribera Alta.

“UNA VEZ MÁS, COMO YA NOS PASÓ CON EL COTONET DE SUDÁFRICA Y AHORA CON EL TRIPS SUDAFRICANO, SE PONE DE MANIFIESTO QUE FALTA DE CONTROL EN FRONTERA”

En ese estudio también se certifica que los daños se extienden a todos los municipios de la comarca, con especial incidencia en Alzira, L’Alcúdia, Benifaió, Càrcer, Gavarda, Alcàntera de Xúquer, Antella, Sellent, Tous y Cotes.

La organización critica los problemas que generan la entrada de plagas con la importación de productos procedentes de terceros países. “Una vez más, como ya nos pasó con el Cotonet de Sudáfrica y ahora con el Trips aurantii o Trips sudafricano se pone de manifiesto que la falta de control en frontera provoca un incremento de costes de producción y una pérdida de ingresos en la agricultura valenciana”.

Las temperaturas invernales de este año, cálidas para la época, han favorecido, junto a una humedad relativa suficiente, el desarrollo y dispersión de este nuevo trips procedente de Sudáfrica. El Scirtotrhrips aurantii o trips sudafricano es una plaga muy polífaga que afecta a más de 70 especies vegetales pertenecientes a distintas familias botánicas. Es considerada una plaga de gran importancia económica ya que puede ocasionar daños en los frutos, que hacen que estos pierdan su valor comercial, dejándolos solo aptos para su procesado. Por lo tanto, el principal daño en fruto es el provocado por las larvas y los adultos, a pesar de que los brotes en formación también pueden ser atacados reiteradamente por la plaga.

En el actual escenario de reducción de materias activas en la Unión Europea, los agricultores de la Comunitat Valenciana sufren aumentos de costes desmesurados para combatir plagas nuevas y las ya existentes y además tienen cada vez más dificultades para el control de estas, al no disponer de suficientes herramientas. LA UNIÓ considera que no se puede mantener la laxitud actual en los protocolos de importación y en los planes de vigilancia en frontera. Por ello la organización aboga por incrementar la seguridad en los protocolos de importación como sucede con el tratamiento de frío donde reclama que se extienda y reforzar así mismo los puestos de inspección fronterizos (PIF), así como destinar más recursos a los departamentos de sanidad vegetal que tienen un papel destacado como aliados del sector productor

“La importación de fruta es una gran vía de entrada de plagas y tenemos un riesgo muy elevado. La introducción puede conllevar una grave afección a una producción de frutas como la nuestra orientada al mercado en fresco, por lo que las pérdidas y la desestabilización para el sector europeo es irreparable”, señala LA UNIÓ, quien insiste en la idea de que “las Administraciones apuesten por salvaguardar las producciones de aquí. Depender de las importaciones de otros países, cada vez más elevadas, es un claro riesgo para la entrada de plagas que podrían ser letales para el futuro de la agricultura europea y también implican un alto coste medioambiental”, indica.

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