La Unión de Sectoriales Agrarias de Asturias (Usaga) ha calificado de «pésima» la gestión que se ha hecho para la vacunación contra la lengua azul que se ha llevado a cabo en el Principado dado que aún hay animales inmovilizados porque aún no ha concluido la campaña a pesar de que «ya casi ha pasado el periodo de actividad de transmisión de la enfermedad», que coincide con la época de más calor.

La campaña de vacunación se inició en enero y, según esta organización agraria, a mediados de agosto sigue sin estar cerrada y presenta retrasos más acusados en concejos como el de Belmonte de Miranda.

Esta situación conlleva gastos y problemas a los ganaderos ya que si sus animales no tienen completada la pauta de saneamiento quedan inmovilizados, por lo que hay explotaciones que han optado por afrontar el proceso con veterinarios particulares, según señala la organización agraria en un comunicado.

No obstante, Usaga ha denunciado que la Consejería de Medio Rural tarda en algunos casos hasta quince días en grabar los datos desde que el veterinario certifica el fin de la pauta vacunal para poder desbloquear la inmovilización de la ganadería.

Las organizaciones agrarias Asaja y COAG ya trasladaron hace unas semanas su «malestar» por el ritmo de vacunación de la lengua azul, afección vírica provocada por unos mosquitos que afecta a los animales rumiantes.

Según las organizaciones agrarias , en noviembre de 2023 se les había asegurado que en un periodo máximo de cinco meses estarían vacunados los animales de las explotaciones de bovino y ovino, pero que, transcurridos ocho meses desde ese anuncio, seguía habiendo ganado sin la pauta completa.

A finales de julio, a una semana de que finalizase el procedimiento ordinario de vacunación contra la lengua azul, el consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos Líndez, aseguró el procedimiento ordinario de vacunación había cumplido las expectativas y que en una segunda vuelta se abordaría la de los animales que ya tuviesen más de tres meses y la de los que no fueron inoculados porque así lo decidieron sus propietarios.

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