UPA-UCE ha explicado que si bien es cierto que el ganadero no tiene que pagar el precio de la vacuna, sí tiene que asumir el coste del proceso de inoculación, por ello ha pedido que este colectivo pueda optar a tratamientos globales coordinados desde la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía.
Para la organización agraria uno de los principales problemas del actual sistema es que el calendario de vacunaciones tiene marcados unos plazos máximos, medida que ha considerado "insuficiente" para la adecuada prevención de enfermedades animales.
De este modo, UPA-UCE ha propuesto que estas actuaciones obligatorias se hagan marcando unos periodos zonales para sí reducir el tiempo máximo de vacunación en un mismo área y ha pedido a la administración regional que reduzca las "trabas" administrativas y económicas en los casos de lengua azul.