En años anteriores surgió, en torno a las habituales muertes por frío de cerdos en la zona, todo un negocio ilegal de bandas que se dedicaban a recoger y vender su carne en el mercado, hasta que hace unos meses, alertadas por la amenaza que eso supone para la salud pública, las autoridades policiales locales hicieron varias redadas.
En una de ellas, cerca de Jiaxing, se llegó a detener a 12 sospechosos a los que les fueron confiscadas 12 toneladas de carne de cerdo con tintes para disimular su mala calidad.
Un campesino explicó al diario local "Jiaxing Ribao" que, en este caso, "los cerdos muertos aparecieron intactos el primer día en que fueron abandonados, pero sus patas desaparecieron al día siguiente".
Mientras, otro residente dijo al mismo diario: "no sabemos quién las cogió ni adónde han ido a parar, pero sería horrible si al final esa carne llegara a nuestras mesas".
El secretario general de la Comisión Municipal de Agricultura de Shanghái, Shao Qiliang, cuyo organismo encontró las muestras del circovirus porcino que, en principio, habría matado a los animales, admitió que "casi todos los años retiramos cerdos muertos (del río) desde Jiaxing".
"Solía haber unos 200 al año, pero esta vez el número es particularmente alto", agregó.
Shao recordó que en Shanghái los campesinos son compensados por el Gobierno si entregan a sus animales muertos, mientras que Zhejiang carece de este sistema.
Por ahora en el distrito shanghainés de Songjiang, donde se descubrió el problema cuando un vecino de la zona, Huang Beibei, publicó las primeras fotografías en internet, se han recogido más de 3.300 cadáveres del río, y las autoridades han tenido que pedir ayuda al Gobierno central de Shanghái porque no dan abasto.
Aunque se está midiendo la calidad del agua potable de la ciudad, por ahora la de la que llega al centro urbano es similar a la que tenía el año pasado en esta época del año, asegura hoy el diario independiente "South China Morning Post", que advierte que en la zona siguen muriendo de frío más de 300 cerdos al día.
Las autoridades también afirmaron que no hay signos de una epidemia masiva tras el virus, de acuerdo a la agencia oficial Xinhua.