El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, desveló este martes 18en rueda de prensa que la Delegación del Gobierno en Madrid ha impedido una tractorada el día 24 en la capital durante las negociaciones entre ambas partes con motivo de la protesta convocada para ese día por los regantes contra el cambio de las reglas de explotación del trasvase.
Jiménez comentó que la Delegación del gobierno madrileña fue «muy dura» con las condiciones impuestas a la hora de organizar la manifestación del próximo lunes a las 11:30 horas, en la que no podrá haber mas de 8 camiones frigoríficos ni más de 6 tractores, cuando había «cientos previstos», aseguró.
El presidente del SCRATS afirmó que desde la Delegación del Gobierno de Madrid «no querían permitir ningún vehículo que no fuera automóvil», amparados en la situación de pandemia, cuando no solamente para los regantes, sino para la población de esa zona del país, según Jiménez, estamos «en una encrucijada» que supondrá dificultades no solo para el regadío, sino también para el abastecimiento humano, «afectando a todos los bolsillos» y en el peor de los casos con restricciones.
La junta de gobierno del SCRATS y una representación del Círculo por el Agua del Levante se concentrarán delante de Nuevos Ministerios con la intención de reunirse con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, «a ver si tiene a bien» mantener el encuentro que le han solicitado, añadió.
«NO PEDIMOS ALGO INJUSTO SINO AGUA EXCEDENTARIA, Y YA ESTÁ BIEN QUE ESTÉ ESO EN CONTINUA DISCUSIÓN”
Mientras tanto, cientos de vehículos partirán a las 11.30 desde el recinto ferial de IFEMA para recorrer los siete kilómetros de distancia hasta Nuevos Ministerios, en todo momento escoltados por Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los manifestantes, según el acuedo con la Delegación del Gobierno de Madrid, no podrán bajarse de su vehículo y una vez que lleguen a Nuevos Ministerios deberán regresar a Murcia por la M-30, según acordó la organización con la Delegación del Gobierno.
«Que nadie se quede con ganas de ir», remarcó Jiménez en una conferencia de prensa por vía telemática en la que estaban presentes una treintena de periodista, a los que advirtió que en 2018 fueron miles los que acudieron a Madrid por un riego de socorro que era entonces necesario, pero ahora que es más grave la situación considera crucial la protesta que tendrá lugar el próximo lunes.
«No pedimos algo injusto sino agua excedentaria, y ya está bien que esté eso en continua discusión», se lamentó, al tiempo que criticó que se trate en esta ocasión de «una apuesta fuerte de supremacía política de dirigentes de Castilla-La Mancha» en vez de que sean razones de Estado.
«En el Levante sin el trasvase desierto y paro» es el lema de esta manifestación en defensa del acueducto del Tajo al Segura. Los vehículos llevarán pancartas en las que podrá leerse «menos trasvase igual a más consumo energético, más contaminación o menos sumideros de CO2» y viceversa «Más desalación igual a menos sumideros de CO2, más contaminación y más consumo energético».
Consideran los convocantes de esta protesta que con este recorte al Trasvase se podría poner fin a gran parte de la agricultura del Levante español, que miles de familias podrían ir al paro y que afectaría a los 3.000 millones de euros que actualmente aporta este sector al PIB nacional, al margen de que esos regadíos eliminan mas de un millón de toneladas de CO2 al año.