La presidenta del gobierno de Castilla La Mancha, María Dolores Cospedal, fue consciente desde el comienzo de la presente legislatura del potencial turístico y socioeconómico que la actividad venatoria tiene en esta región. Un destino elegido por la mayoría de cazadores nacionales y extranjeros.
La riqueza gastronómica, turística, agraria y hostelera que ofrece la caza en Castilla La Mancha, han hecho que Cospedal haya apostado con fuerza por el turismo y la actividad cinegética, como sectores estratégicos y una de sus mayores fuentes de riqueza en esta comunidad autónoma.
La caza es la actividad económica que más superficie abarca en la región castellanomanchega con más de 7 millones de hectáreas y con una facturación anual que ronda los 600 millones de euros, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos de numerosas zonas rurales; sobre todo, de las más deprimidas.
Motivos más que suficientes para que Cospedal haya hecho del turismo dinegético uno de los pilares del Plan Estratégico de Turismo de Castilla La Mancha, que ella misma presentó en Uclés (Cuenca) en noviembre de 2013. Un ambicioso plan que quiere hacer de la región un destino turístico único, con extraordinaria capacidad para satisfacer las expectativas de los cazadores nacionales e internacionales.
Un turismo cinegético que, también el gobierno regional, situó en un lugar excepcional en el Plan PICE (Plan de Inversión y Creación de Empleo), con el objetivo de potenciar la competitividad turística de la región.
Las organizaciones cinegeticas y los cazadores deben agradecer el compromiso asumido por la presidenta Cospedal con la caza y el turismo que esta actividad lleva aparejado.
Un compromiso que ha quedado patente en la implantación de la licencia única de caza en Castilla La Mancha y que ha supuesto que 5.800 cotos de nuestra región lo tengan más fácil para recibir cazadores, ya que reduce la burocracia y consigue que no tengan que solicitar una licencia diferente para practicar esta actividad en Extremadura, Castilla y León, Madrid o Castilla La Mancha. A la vez que esta mayor recepción de cazadores, también redundará en beneficios para la hostelería, la restauración y comercios de los territorios.
Además, el nuevo marco legislativo de la Ley de Caza permitirá adaptar la normativa, que no había cambiado desde el año 1993, a los nuevos tiempos, a dar respuesta a las necesidades del sector en pleno siglo XXI y a hacerla compatible con la protección del patrimonio natural, la conservación del medio ambiente y la generación de empleo y riqueza.
Y por último, impulsando la celebración del I Congreso Nacional de Turismo Cinegético los días 26 y 27 de septiembre convirtiendo a Ciudad Real en la capital española de la caza.
Ciudad Real será la sede nacional de un congreso que tiene como objetivo debatir y trabajar en el aprovechamiento de las oportunidades económicas, turísticas, gastronómicas y de comercialización que nos ofrece la actividad cinegética.
Una gran apuesta de Cospedal por la caza y el turismo, en la que el Ayuntamiento de Ciudad Real se ha volcado para recibir a los 500 congresistas que podrán disfrutar, además de trabajar, del rico patrimonio histórico y cultural de la ciudad, corazón de la mancha y fundada por el sabio Rey, Alfonso X en el siglo XIII.
Un fin de semana en el que podrán disfrutar del excelente maridaje de la carne de caza con los excepcionales vinos de la región, en los días de Diana y Baco, las jornadas gastronómico-cinegeticas en la que participan 27 establecimientos hosteleros de Ciudad Real.
Con la puesta en marcha del I Congreso Nacional de Turismo Cinegético y todas estas iniciativas del gobierno de Cospedal, lograremos entre todos hacer de Castilla La Mancha y de Ciudad Real un destino turístico abierto al mundo, en el que el turismo derivado de la acción venatoria se convierta en uno de los principales motores de esa recuperación económica que ya hemos iniciado juntos en nuestra región.