En declaraciones a Efeagro, el presidente de la Cooperativa Vinícola San Pedro Apóstol (Godelleta), Jesús Guzmán, ha criticado la letra pequeña que, a su juicio, tienen los seguros agrarios de Agroseguro y que impiden al agricultor saber qué coberturas tendrá, por ejemplo, en caso de aparecer la "clareta".
Según Guzmán, "el sentimiento del agricultor es que este daño lo tenía cubierto" cuando contrata un seguro de explotación (módulos 1,2 y 3) frente a adversidades climáticas y otros riesgos que puedan afectar a la calidad del producto, pero Agroseguro considera que la "clareta" no está relacionada con las condiciones del clima y alega que sus causas se están investigando, por lo que no indemniza.
Los técnicos reconocen que los daños son por la sequía
"La mayoría de los técnicos que pisan el campo creen que la ‘clareta’ se debe a la sequía", a un desequilibrio por la falta de hidratación -dada la carencia de lluvia y el calor-, que impide la salida comercial de las naranjas, tanto por su apariencia -defectos en la piel- como porque apenas aguanta unos 10-12 días en las cámaras, ha detallado.
Ha afirmado que el agricultor no ha hecho nada distinto esta campaña y, en su opinión, la "clareta" actual está relacionada con la sequía en la Comunidad Valenciana, un problema que tuvo gran virulencia desde diciembre pasado hasta ahora y que cree que se repetirá a partir de la próxima campaña, desde septiembre.
En esta cooperativa, la contratación de seguros ha pasado "de prácticamente el 100% a menos del 50%", ha apuntado su presidente en una carta dirigida a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, a la que ha tenido acceso Efeagro.
Se quejan de unos precios y costes "inasumibles"
En la misiva considera "inasumibles", además, los costes: "Mi cooperativa realizó en 2012 seguros por una cuantía aproximada de 500.000 euros y percibió, una vez cerrado el ejercicio, aproximadamente 150.000 euros" en compensaciones.
La sequía no sólo se manifiesta en la "clareta", sino que también mermará las producciones agrícolas en Godelleta, Chiva, Cheste o Turís, entre otros municipios, como la uva moscatel o el melocotón, en más del 50 o 60% en algunos casos, según Guzmán.
Ha recordado que el riego por goteo es como un "gotero" para un enfermo: "Ayuda, pero no es el sustento de la planta", que necesita también de las lluvias, y como no han caído precipitaciones muchos cítricos estarán "dos años en coma y sin sacar producción", aunque no descarta que, si persiste el problema, lleguen los arranques.
El año pasado, esta cooperativa valenciana obtuvo 18 millones de kilos de cítricos, 1,5 millones de frutas de hueso -melocotón y nectarinas- y 6,5 millones de kilos de uva de mesa moscatel.
El problema de la clareta está muy extendido
"El problema por ‘clareta’ es real y está muy extendido" en las áreas citrícolas", han asegurado, por su parte, fuentes de otra de las mayores cooperativas del sector valenciano, quienes lamentan la poca investigación y que "no haya nada que lo resuelva".
"Siempre hubo ‘clareta’, pero este año, con la seguía, ha aumentado muchísimo más", han añadido dichas fuentes, quienes avisan de la situación "dramática" por falta de lluvia en la comarca de la Hoya de Buñol y el pobre estado de los pozos, en la zona "no hay aportes de pantanos, ni canales".
Desde la cooperativa Rural Sant Vicent Ferrer (Benaguasil) calculan que está campaña habrán tenido entre un 60 y un 70% de volumen de producción afectado por "clareta", la principal causa de los "destríos" (piezas dañadas), y aunque "las causas no están claras" sí consideran probado que está asociada a épocas muy secas y ausencia de lluvias.
En su caso, se han visto afectadas todas las variedades del "grupo navel" o "naranjas que tienen ombligo", tanto por clareta como por rajado, aunque los seguros sólo cubren este último problema.