En su opinión, el sector observa "impotente e indignado cómo los importadores disponen de todas las facilidades", mientras se espera desde hace 11 meses que Bruselas tome una solución, una situación que contrasta, según Cooperativas, con la determinación de otros países como Rusia y Estados Unidos a la hora de cerrar sus mercados.
Cooperativas Agro-alimentarias ha recordado que la producción de mandarina en conserva se localiza en la Comunidad Valenciana, con 6.000 productores agrupados en 24 cooperativas, que "no pueden competir en semejantes condiciones de desigualdad".
Ha subrayado que las importaciones chinas no están obligadas a respetar las mismas obligaciones que las producciones europeas en calidad y seguridad alimentaria, a lo que se suman los menores costes de producción en dicho país, casi la mitad que en la Unión Europea.
Si se mantiene esta situación, ha añadido, las cinco fábricas que existen en la actualidad, tres en Valencia y dos en Murcia, "tendrán que cerrar", con la consiguiente pérdida de trabajo en esas zonas, ya que se trata de un proceso muy intensivo en mano de obra y que llega a emplear a 3.000 operarios durante la campaña de satsuma.
Por ello, considera necesario introducir medidas anti-dumpling con efecto retroactivo al principio de la campaña actual, en noviembre.