Pablo Carazo ha destacado que las cooperativas jiennenses y andaluzas van a tener que afrontar unos cambios muy importantes, sobre todo en sus estatutos. En este sentido, ha señalado que la nueva norma introduce figuras como el inversor, que puede ser una persona ajena a la cooperativa que decide invertir en la cooperativa para obtener una rentabilidad.
Además, ha destacado que la Ley no es imperativa en muchas de las normativas, por lo que abre muchas posibilidades a la hora de elaborar los nuevos estatutos de las cooperativas. Así, el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén ha recordado que la organización se encuentra a disposición de todas las cooperativas jiennenses para prestarles apoyo en este proceso de adaptación
En este sentido, Carazo ha valorado el carácter moderno de este nuevo marco legislativo, el cual otorga, como así se había solicitado, una gran flexibilidad a las cooperativas agroalimentarias para que diseñen modelos de empresa a su medida, en un contexto en el que ya no se limitan a almacenar productos, sino que transforman e incorporan valor añadido a los mismos, para satisfacer las demandas de un mercado cada vez más globalizado. Asimismo, la normativa se aproxima a la vigente en países del norte y centro de Europa, con una actividad fuertemente cooperativizada.
Por su parte, Ana Cobo ha puesto de relieve que el sector cooperativo es fundamental para la Junta de Andalucía por las grandes cifras que lo avalan, ya que agrupa a 6.500 empresas en Andalucía que aglutinan a 400.000 socios. “Aparte de las cifras, me gustaría destacar los valores que defienden las sociedades cooperativas, como la solidaridad o la responsabilidad social, y por eso son uno de los sectores a los que apoyamos con más ahínco”. En cuanto a la nueva Ley de Cooperativas, ha señalado que es una norma “fruto del consenso y que recoge las aportaciones que nos ha hecho llegar el sector, por lo que no tiene más remedio que salir bien”.