La formación es una de las líneas estratégicas de la economía social agroalimentaria. Los cambios normativos, los avances en técnicas productivas, la implementación de nuevos desarrollos tecnológicos o cómo afrontar un proceso de dimesión empresarial, entre otras materias, empujan a profesionales de la agricultura y de la ganadería, así como al personal técnico de las cooperativas a reciclar constantemente sus conocimientos para mantener el potencial del modelo.

Consciente de ello, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha ejecutado durante el último año 50 jornadas a lo largo y ancho de la comunidad para impulsar la competitividad de sus entidades asociadas y recalcar el carácter solvente del cooperativismo como modelo empresarial. En ellas han participado más de 1.000 personas.

Lo ha hecho a través del proyecto ‘Jornadas para la difusión y la promoción de la Economía Social’. Esta iniciativa se enmarca en la Línea 2 para la Difusión y Promoción de la Economía Social dentro del Programa de Apoyo a la Promoción y el Desarrollo de la Economía Social para el Empleo, que financia la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.

Con esta iniciativa, la federación no sólo vela por la continuidad de la actividad en el campo, sino que hace hincapié en el carácter estratégico de las industrias cooperativas, motor económico de gran parte de los pueblos andaluces. Empresas que sólo en Andalucía mantienen más de 37.000 empleos directos en el medio rural, además de sumar otros 290.000 puestos de trabajo, que corresponden a las familias dedicadas a la agricultura y la ganadería que se integran en las cooperativas agroalimentarias andaluzas. Entidades que no se deslocalizan y, por tanto, generan riqueza en el entorno rural, trabajan por el bienestar de la sociedad en la que radican y garantizan el mantenimiento del medio natural.

MATERIAS

En estas jornadas se han tratado numerosas materias. En cuestiones normativas, ha destacado la celebración de varios encuentros para abordar la aplicación del nuevo marco normativo de la Política Agraria Común (PAC), así como el impacto del monitoring o el proceso de alegaciones y la cesión de derechos de pago básico.

La Reforma Laboral, por su impacto directo en la contratación de las cooperativas, ha sido otro de los grandes temas expuestos en estos encuentros. Asimismo, en provincias como Almería, se ha analizado el convenio colectivo del manipulado y enviasado de frutas y hortalizas.

El sector del olivar ha sido uno de los grandes protagonistas de estas formaciones. Así, se han expuesto los beneficios de la producción integrada y ecológica en el olivar de montaña como métodos para impulsar la rentabilidad de este sistema productivo.

De igual modo, se han analizado nuevas estrategias para mejorar la rentabilidad del olivar; se han mostrado nuevas técnicas agrarias de poda con las que se busca profesionalizar e impulsar la innovación del cultivo; y se ha abordado la fertirrigación en el olivar (para la mejora de la nutrición del árbol). Por su parte, el Plan Estratégico Cooperativo de la Aceituna de Mesa también ha protagonizado alguna de estas jornadas.

En cuanto a la producción hortofrutícola, se han celebrado sesiones sobre asesoramiento a Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) y la gestión de los programas operativos. Asimismo, la calidad del sector ha sido una de las materias tratadas en estas formaciones.

Estas jornadas también han abordado otros temas de interés para las cooperativas, especialmente en materia de sostenibilidad y trazabilidad. En cuanto a la primera, se han celebrado encuentros para proponer soluciones energéticas que ayuden a reducir los costes, una sesión de gran interés para los participantes ante la escalada del precio de la luz y de otros insumos. En cuanto a la trazabilidad, se ha explicado la forma correcta de mantener la higiene alimentaria y cómo debe detallarse la información de alérgenos en los alimentos.

Por último, los procesos de integración y de fusión también han centrado algunos de estos encuentros, en línea con el trabajo que desarrolla Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía en materia de dimesión empresarial para reforzar el posicionamiento del modelo en los mercados. Además, se ha puesto de manifiesto el carácter estratégico del cooperativismo como modelo empresarial en las zonas rurales, pues las entidades de economía social agroalimentaria son empresas formadas por personas (la mayoría de ellas bajo el régimen de autónomos o pymes) que trabajan por y para el desarrollo de su entorno.

ENCUENTROS REGIONALES

En el marco del proyecto se han celebrado dos jornadas regionales. La primera de ellas se centró en los cultivos herbáceos. Más de 70 cooperativistas y técnicos de una treintena de cooperativas andaluzas especializadas en la producción de cereales, oleaginosas y forraje se reunieron en abril, en el municipio sevillano de Écija, para analizar el futuro del sector.

Productores, comercializadores, Administración e investigadores coincidieron en la necesidad de revisar los planteamientos europeos de la PAC para que el sector pueda atender con rentabilidad los retos agroclimáticos y sociales.

La otra jornada abordó las novedades en materia de almacenamiento de fitosanitarios. A finales de septiembre, la Escuela de Economía Social de Andalucía, ubicada en Osuna (Sevilla), acogió este encuentro de gran interés para el sector. Así quedó de manifiesto con la participación de más de 150 cooperativas de toda la comunidad, quienes conocieron las obligaciones que marca la ley tanto en la forma de guardar las materias activas como en la señalización de los espacios destinados para ello.

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