El relevo generacional es uno de los grandes retos de la agricultura y ganadería, un sector en el que una de cada tres personas supera la edad de jubilación, según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). El envejecimiento del campo andaluz no sólo se traduce en menos manos de obra, también en una pérdida de población en el entorno rural, por lo que esneesario rejuvenecer el campo. Por este motivo, la incorporación de nuevos profesionales a la actividad agraria es esencial para la supervivencia de ambos.
Estos argumentos han animado a Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía a hacer del relevo generacional uno de sus principales ejes de actuación. En esta línea, el año pasado concluyó un proyecto a través del cual se asesoró a 200 personas, un tercio de ellas mujeres, en los trámites para acceder al mercado laboral agrario. Una iniciativa que se suma a las numerosas formaciones y jornadas celebradas con la intención de atraer a nuevos agricultores y ganaderos al modelo cooperativo, entre las que destaca el ‘I Campus Agroalimentario de Jóvenes Cooperativistas’.
Tras el éxito obtenido, la federación ha impulsado una segunda parte del proyecto, bajo el título ‘Intermediación experta en los procesos de relevo generacional para la incorporación de jóvenes al sector agrario. Mentorización online a través del desarrollo de una herramienta informática’, financiada por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, con cargo a la línea 3 del Programa de Apoyo a la Promoción y el Desarrollo de la Economía Social para el Empleo.
Fases
El proyecto para rejuvenecer el campo impulsado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se ha estructurado en cuatro fases, ya finalizadas o en su último periodo de ejecución. La primera se centró en canalizar aquellos perfiles interesados en emprender en el sector agrícola o ganadero, con los que se estudió el plan empresarial y las necesidades técnicas y de financiación que precisaban para llevarlo a cabo. Tras ello, se creó un grupo de trabajo interprovincial, encargado de seleccionar a las cooperativas participantes.
Paralelamente, este grupo ha elaborado los contenidos de una plataforma didáctica online a través de la cual se pretenden promover las habilidades directivas de los jóvenes para que el relevo también se produzca en el seno de los órganos de decisión de las cooperativas, donde la media de edad también está cercana a la de jubilación. Una vez concluya el proceso de elaboración de esta aplicación, dentro de la tercera fase de este trabajo, se organizará una jornada de presentación.
La última parte consiste en la tutorización del proceso de incorporación. La federación está elaborando y gestionando los expedientes de solicitud de las ayudas para la incorporación y la modernización de las explotaciones seleccionadas, al tiempo que asesora a los beneficiarios tanto en la legalización de la actividad como en el diseño y puesta en producción de las fincas.
Nueva generación
A través de este proyecto para rejuvenecer el campo, la federación contempla incorporar al modelo cooperativo agroalimentario a 125 jóvenes, de entre 18 y 43 años, repartidos por la geografía andaluza. Muchos de ellos tienen lazos familiares con el campo, pero otros partían de cero, convencidos del potencial del sector.
Es el caso de José Manuel García Loma, un jerezano afincado en Sevilla que estudió Ingeniería Naval y que con 40 años decidió iniciar una explotación ganadera. A pesar de no tener conocimientos previos ni tierras heredadas, desde el primer momento tuvo claro que su proyecto iría ligado a la agricultura ecológica y de conservación. Tras buscar una finca que se adaptara a las necesidades, encontró un terreno abandonado de 15 hectáreas en Cantillana (Sevilla), que ha alquilado y está preparando con sumo cuidado “para recuperar la fertilidad del suelo”, donde las vacas y ovejas que críe se alimentarán con los cultivos ecológicos y las plantas autóctonas del terreno.
A poco más de 200 kilómetros, en Villanueva de Córdoba (Córdoba), Julia María Sánchez Díaz (38) está volcada en la gestión de su ganadería. Creció en pleno corazón de Los Pedroches, rodeada de los animales de su abuelo, con quien descubrió la ganadería y el modelo cooperativo de COVAP, y de quien ha heredado el número de asociado. Julia María siempre ha sido consciente del valor económico de su comarca, “rodeada por la mayor dehesa del mundo, que permite criar a los mejores cerdos ibéricos de bellota”.
Amante de los animales y conocedora del sector, dice que “no podía desaprovechar esta oportunidad”. Fue así como decidió iniciar un “proceso progresivo”: tras formarse en el IFAPA de Hinojosa del Duque, se instaló en precario en una pequeña finca, donde puso en práctica los conocimientos adquiridos. Sin embargo, pronto se le quedó pequeña, y la pasada primavera arrendó una finca mayor para poder dedicarse “en exclusiva” a la ganadería.
Casos como el de José Manuel o el de Julia María reflejan el impacto del proyecto ejecutado por Cooperativas Agro-alimentarias en el medio rural y en el sector. Una iniciativa que destaca por su “capacidad de integrar la modernización, rejuvenecer el campo y frenar la despoblación como vía para impulsar el sector agroalimentario”, recalca el secretario general de Empleo y Trabajo Autónomo, José Agustín González Romo.