El objetivo que plantean es que, una vez sea de completa aplicación la norma en 2015, "pueda haber algún grupo en condiciones de realizar una integración" comercial. En la práctica las entidades "prioritarias" serán supra-autonómicas y tendrán la obligación de comercializar todo el volumen producido por sus socios.
Mientras tanto, las cooperativas de base adheridas tendrán que especializarse en las actividades de producción o transformación. "Hay gran interés de las cooperativas de poder beneficiarse de la ley", remarca Baamonde, quien apunta lo imprescindible de la unión.
Incluso aquellos actores que no participen en procesos de integración -apostilla- son conscientes de que la integración va en beneficio de todo el sector.
Muchas esperanzas en la nueva Ley de Cooperativas
En su opinión, el hecho de concentrar grandes volúmenes en una única mano negociadora mejorará tanto la situación de las cooperativas integradas como las del resto, porque se estaría ordenando la oferta, añade el director general.
Todo el mundo está viendo con muchas esperanzas la aplicación de la ley, según Baamonde, quien pide un esfuerzo a las comunidades autónomas para que apoyen de verdad la integración.
"El Gobierno ya ha puesto encima de la mesa una nueva ley, un plan de integración y un plan de desarrollo rural nacional que financiará estas inversiones", pero la integración requerirá también un esfuerzo autonómico, según comenta.
Hay cooperativas de base que están vinculadas a un territorio, por lo tanto, las comunidades tendrían que establecer condiciones prioritarias en los PDRs regionales para este fin, de forma que se complemente de manera coherente al plan nacional de integración.
Sobre el momento en el que está el desarrollo legislativo, ahora se encuentra en fase de aprobación el real decreto que recoge los criterios de calificación de las entidades asociativas prioritarias.
Para más adelante quedaría el desarrollo del propio plan de integración cooperativa, con las medidas que serían subvencionables a través del plan de integración nacional de cooperativas. "Los trabajos están avanzados y esperamos que se hayan concretado para finales del 2014, para su aplicación en 2015", matiza.
Ser una entidad prioritaria no exige una fusión, sino una integración comercializadora
Por otra parte, ha querido dejar claro que, para obtener la calificación de entidad prioritaria, no se exige una fusión de cooperativas, sino una integración comercializadora. "La cooperativa del pueblo que participe en un grupo de comercialización tendrá la misma denominación, balances y socios, pero deberá especializarse en relaciones con los socios, en la mejora de la eficiencia productiva y transformadora y delegarán la parte comercializadora a la entidad de cabecera", que será la que venda en el mercado español o internacional.
Una de las últimas reuniones del sector para abordar, hace unos días, la posible integración de la oferta estuvo protagonizada por las principales bodegas cooperativas españolas -que suman más de 650 millones de litros, el 15 % de la producción nacional-.
En esta reunión, en Madrid, las bodegas "pusieron claramente sobre la mesa las ventajas que ofrece la ley de integración". En el caso de mostos, vinos y alcoholes, y para ser reconocida como Entidad Asociativa Prioritaria, el Ejecutivo exigirá una facturación mínima de 180 millones de euros y que, al menos, un 10 % de sus socios provengan de fuera de una comunidad autónoma.
El objetivo de la unión es posible, cree Baamonde, y de hecho sólo las tres mayores bodegas cooperativas en dimensión estarían "muy cerquita" de cumplir ese requisito.