EFE.- El incendio que afecta al municipio mallorquín de Artà ha sido controlado esta mañana y, según una primera estimación, han ardido 374 hectáreas, mientras que en el caso de los municipios de Santa Margalida y Maria de la Salud fue controlado anoche, se han calcinado unas 200 hectáreas y podría darse por extinguido en las próximas horas.

El más difícil de controlar ha sido el de Artà, donde trabajan hoy y ayer diez aviones y helicópteros, brigadas del Ibanat (Instituto Balear de la Naturaleza), los bomberos de Mallorca y Palma y personal de Protección Civil.

El presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, ha visitado esta mañana las zonas afectadas, donde ha declarado que próximamente se pondrán en marcha los informes correspondientes para determinar las causas de las llamas en ambos casos.

Bauzá ha querido subrayar que no se ha producido ningún accidente ni ha habido ningún herido entre las 150 personas que están trabajando, sobre todo porque un cambio de viento es "muy traicionero y puede hacer barbaridades".

En una rueda de prensa, la presidenta del Consell de Mallorca, María Salom, ha agradecido el esfuerzo realizado ayer y hoy, también a lo largo de la noche, por los profesionales y voluntarios que han trabajado para controlar ambos siniestros. "Fue un día muy complicado, muy intenso y duro", ha reconocido.

Salom visitó ayer Artà y Santa Margalida, donde se vivieron momentos de "nervios" y "mucha preocupación" por el desalojo de 20 viviendas y un agroturismo, ha manifestado.

En el caso de Artà, como es una zona escarpada, las llamas se propagaron con celeridad entre el Penyal Roig y el Puig d’en Pelat, lo que requirió desde el principio la intervención de medios aéreos que se retiraron a sus bases al caer la noche y que han comenzado a volar con la primera luz del día de hoy.

Las llamas comenzaron junto al Camí de Carrossa y se extendieron con rapidez debido al viento racheado del sureste que soplaba en la zona, lo cual ha dificultado los trabajos de extinción.

El incendio de Santa Margalida también se inició sobre la misma hora en un terreno sembrado de cereal y se extendió a otros suelos cultivados y pequeñas zonas forestales de la zona.

El fuego también se expandió a gran velocidad porque buena parte de la superficie quemada estaba cubierta de rastrojo altamente inflamable, lo que llevó a los responsables de emergencias a ordenar el desalojo de una veintena de casas y un hotel rural en Santa Margalida y algunas viviendas más en Maria de la Salud.

Un avión y un helicóptero del Ibanat realizaron descargas de agua sobre el área afectada hasta que anocheció.

Ambos incendios han obligado al cierre de varias carreteras, algunas de las cuales han sido reabiertas una vez que el peligro ha ido disminuyendo.

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