Cuando se han conocido los datos de las siembras de los diferentes cultivos en la provincia de León basados en las declaraciones de superficie de ayudas de la PAC, se constata que las siembras de maíz no han crecido este año, como inicialmente se esperaba, produciéndose un descenso del 1,1% al pasar de las 78.507 hectáreas de 2021, a las 77.641 de 2022.
En los cereales de invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale) el incremento de las siembras ha sido del 8%, al pasar de las 100.262 hectáreas de 2021 a las 108.032 de 2022. Este crecimiento se ha producido tanto en las superficies de secano como en las de regadío, pero mayor en regadío.
Como ya había adelantado ASAJA León, los bajos precios que han ofrecido los almacenistas de alubias han hecho caer las siembras de este cultivo tan leonés en un 25,5%, situándose en tan solo 3.164 hectáreas. También se ha reducido la superficie de patatas en un 12,5% para situarse en 1.138 hectáreas, y la de remolacha en el 6,7% al sembrarse solamente 3.843 hectáreas.
Los cultivos oleaginosos son los que se han llevado una buena parte de la superficie que han dejado otros y sobre todo de la superficie liberada de barbecho. Así, las colzas han crecido en sus siembras el 45% situándose en 4.975 hectáreas, y el girasol ha experimentado un crecimiento del 63% al pasar de las 13.135 hectáreas del año 2021 a las 21.402 del año 2022.
Los cambios en los planes en las siembras de maíz han tenido relación con la demanda del mercado, con la expectativa de precios a la hora de vender la cosecha, y con los costes de los medios de producción. ASAJA considera que la caída en las siembras del maíz está relacionada con la fuerte inversión que hay que hacer para el abonado de la planta, y la duda de si se podrá recuperar a la hora de vender el grano, mientras que en otros cultivos como el girasol, el desembolso para la compra de los medios de producción es menor.