Tras el pago de 64 millones de euros realizado la pasada semana, Agroseguro continúa abonando las indemnizaciones a los productores de uva de vino por los siniestros registrados en la última campaña, con un nuevo pago de 25 millones. De esta forma, las indemnizaciones abonadas suman 90 millones (más del 80% del total estimado, que se aproximará a 110 millones) e incluyen ya a las zonas productoras más tardías.

En concreto, Agroseguro abona hoy 12 millones de euros a los productores de Castilla y León, e incorpora ya de manera generalizada las indemnizaciones a los viticultores asegurados en Burgos (9,2 millones), principalmente a causa de la helada sufrida el 23 y 24 de abril, que dejó más de 8.000 hectáreas siniestradas en Ribera del Duero.

Además, se avanza en el pago a los productores de Valladolid (12,5 millones ya abonados), Segovia (2,1 millones) y Soria (0,74 millones), así como cantidades menores en el resto de las provincias. En total, Agroseguro ya ha abonado 25,4 millones a los viticultores castellanoleoneses sobre una estimación final que rondará los 30 millones de euros.

  • Los viticultores asegurados en La Rioja reciben hoy 5,6 millones, y ya suman 8,6 millones abonados durante los últimos días. La estimación final superará los 11 millones, tras registrar daños graves por la helada del pasado 19 de abril –con más de 5.500 hectáreas siniestradas– y el constante paso de tormentas de pedrisco desde mayo hasta septiembre – con otras 5.700 hectáreas siniestradas en total–.
  • Además, hoy comienza el pago de indemnizaciones (2,2 millones) a los viticultores de Álava, sobre una estimación final que se elevará hasta los 3 millones de euros. Corresponden, principalmente, a los siniestros provocados por la helada del 19 de abril, con casi 2.500 hectáreas siniestradas, y por las tormentas de pedrisco.
  • El resto de las indemnizaciones, hasta completar los 24,7 millones de euros que hoy se abonan, corresponde a productores de uva de vino de otras 25 provincias.

La campaña recién terminada de uva de vino se ha visto marcada por la incidencia de graves heladas durante abril y mayo en zonas vitivinícolas de Castilla y León, Castilla-La Mancha y valle del Ebro. Además, las tormentas de pedrisco se dejaron sentir durante todo el verano en todas las zonas productoras del centro e interior peninsular, valle del Ebro y área mediterránea.

En el viñedo de secano –cultivo que cuenta con opción de aseguramiento frente a los daños por sequía–, la falta de precipitaciones y los golpes de calor incidieron en aquellas áreas que ya registraban déficit hídrico desde el invierno, especialmente en Cataluña, causando daños por más de otros 20 millones de euros.

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