De ahí que NEIKER-Tecnalia esté llevando a cabo una labor de prospección en todas las zonas de producción de patata del Estado para estudiar y caracterizar en profundidad las poblaciones de mildiu y realizar un seguimiento de su evolución.

Esta enfermedad redue entre el 15 y el 20% de la producción mundial

    La enfermedad del mildiu reduce aproximadamente entre un 15-20% de la producción mundial de patata, según estimaciones del Centro Internacional de la Papa, ubicado en Lima (Perú), que calcula en más de 1.000 millones de euros las pérdidas que produce tan solo en Europa. Datos como estos han llevado a NEIKER-Tecnalia a investigar a fondo el patógeno con el fin de conocer el tipo de razas que existe en la geografía del Estado, como primer paso para mejorar la eficacia de la lucha contra este hongo.

    Álava-Araba ha sido el lugar elegido para iniciar las investigaciones. Durante el verano pasado se recogieron muestras de Phytophthora infestans en cultivos de patata afectados por mildiu en cinco zonas productoras del territorio alavés: Arkaute, Gauna, Heredia, Zuazo de San Millán e Iturrieta. De cada zona se tomaron muestras afectadas con mildiu, con el objetivo de identificarlas. Para ello se cruzaron con cepas de referencia del tipo A1 y A2.

    Para que exista una reproducción sexual entre dos cepas es necesario que una pertenezcan al tipo A1 y la otra al A2. Las cepas de referencia del tipo A1 se cruzaron en laboratorio con cinco aislados recolectados por los técnicos. De ellos, dos produjeron oosporas, por lo que  pertenecían al tipo A2, concretamente, las tomadas en Arkaute e Iturrieta. A continuación se realizaron cruzamientos de los cinco aislados con la cepa de referencia A2, obteniendo como resultado la formación de oosporas en tres cruzamientos.

    Se trata de las cepas recogidas en Gauna, Heredia y Zuazo de San Millán, que fueron catalogadas como del tipo A1. Estos resultados fueron corroborados igualmente mediante técnicas moleculares previa extracción del ADN.

La reproducción sexual crea nuevas razas

     El hongo Phytophthora infestans también puede reproducirse de forma asexual, sin cruce. Pero el mayor problema para los productores de patata se encuentra en la reproducción sexual, ya que da lugar a nuevas razas del hongo que atacan a la planta de forma más virulenta y, al mismo tiempo, resultan más resistentes a los tratamientos para su erradicación. La constatación de que en Álava-Araba existen los tipos de apareamiento A1 y A2 trae como consecuencia la posibilidad de reproducción sexual entre las distintas cepas, aunque se encuentren en zonas diferentes, pues las esporas pueden desplazarse a lugares muy distantes por efecto del viento o a través del agua de riego.

    NEIKER-Tecnalia está detectando en los últimos años nuevas razas del patógeno con una agresividad no observada anteriormente y resistentes a los principios activos de los fungicidas existentes en el mercado. Las nuevas razas, a su vez, son más resistentes a las condiciones climáticas. Como norma general, el hongo Phytophthora infestans requiere para su desarrollo temperaturas por encima de 10ºC y humedad superior el 90%, mientras que temperaturas superiores a 27-30ºC suelen detener su desarrollo.

Métodos de control

    Observar los períodos meteorológicos favorables para el desarrollo de la enfermedad ayuda a elegir el momento adecuado para el tratamiento. La tendencia actual consiste en realizar un control integrado de la enfermedad mediante la combinación de sistemas de predicción de las épocas del año más propicias para la enfermedad y la aplicación de fungicidas. Los expertos de NEIKER-Tecnalia recomiendan combinar diferentes fungicidas con principios activos distintos, para así evitar la aparición de resistencias en el hongo debidas al uso repetido de un mismo fungicida.

    Las lesiones en la planta se hacen visibles al quinto día desde que se ha producido el ataque del hongo. Los síntomas se manifiestan inicialmente en las hojas inferiores, donde se aprecia una aureola verde clara o amarilla en las puntas y bordes de las hojas. Esta aureola separa el tejido sano del muerto. Posteriormente, las lesiones progresan hasta el resto de la superficie de la hoja y pueden visualizarse en forma de manchas de color verde oscuro, pardas o negras.

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