El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha destacado este viernes 14 en el Consejo de Participación de Doñana el reconocimiento del Comité de Patrimonio Mundial de UNESCO al esfuerzo de conservación que están haciendo las administraciones españolas en el Parque Nacional de Doñana, que forma parte de la lista de Patrimonio Mundial desde 1994.
El Ministerio, a través del director del Organismo Autónomo Parques Nacionales, Basilio Rada, y del presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Antonio Ramón Guinea, ha participado en el Consejo de Participación, celebrado en Almonte (Huelva). El Consejo también ha contado con la presencia de su presidente, Miguel Delibes, de la subdelegada del Gobierno en Huelva, Asunción Grávalos, y del consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta, José Fiscal.
RECONOCIMIENTO A LAS MEDIDAS DE LAS ADMINISTRACIONES
El director de Parques Nacionales ha resaltado que el Comité de Patrimonio Mundial de UNESCO, celebrado la semana pasada en Polonia, reconoció con un apoyo mayoritario la labor que está haciendo nuestro país respecto a los trabajos y medidas puestas en marcha de conservación que se están llevando a cabo en el Parque Nacional de Doñana, su buen estado y el de aquellos valores naturales que motivaron su declaración como Bien Patrimonio de la Humanidad.
Asimismo, ha hecho hincapié en que el Comité de la UNESCO retiró de la decisión final la posibilidad de incluir al Parque Nacional de Doñana como lugar Patrimonio de la Humanidad en peligro, ya que su estado de conservación no justifica esa pretensión, señalando en cualquier caso que se han de mantener las medidas ya iniciadas para la conservación de los valores de este emblemático Parque Nacional así como la remisión de informes sobre el estado de conservación del Bien de acuerdo al calendario ordinario de revisiones (el próximo en diciembre de 2018).
El director de Parques Nacionales ha puesto en valor el trabajo conjunto de las Administraciones, recordando que la delegación española estaba formada por la Delegación Permanente ante la UNESCO y el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, por técnicos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y Organismo Autónomo Parques Nacionales) y por la Junta de Andalucía (Espacio Natural de Doñana).
MEJORÍA DEL ACUIFERO DE DOÑANA
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, por su parte al margen del reconocimiento de la UNESCO, ha informado en el Consejo de Participación de Doñana del informe elaborado por el organismo sobre los datos del año hidrológico 2015-2016 y, en concreto, sobre el estado del acuífero de Doñana: “El valor medio del indicador de estado del acuífero de Doñana ha experimentado una leve mejoría respecto a los datos registrados el pasado año”, ha destacado.
Según este informe, remitido en tiempo y forma a los miembros del Consejo, el estado del acuífero de Doñana en el último año hidrológico ha mejorado ligeramente respecto a años anteriores, pese a haberse registrado el mayor episodio seco en la zona desde 1995 (durante los últimos cinco años los valores pluviométricos se sitúan a un 80% de la media, esto es, 440 mm frente 550 mm, pese a lo cual la situación del acuífero de Doñana no se ha visto afectada).
Estos resultados contradicen las informaciones difundidas por la ONG WWF en relación a los contenidos de este documento elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PUESTAS EN MARCHA
El Gobierno de España ha aprobado instrumentos de planificación hidrológica (el Plan Hidrológico del Guadalquivir y el del Tinto-Odiel-Piedras) que han permitido ampliar el conocimiento de las masas de agua del entorno de Doñana y que incorporan programas de medidas que permiten aunar la consecución de los objetivos ambientales y el cumplimiento de la Directiva de Hábitats con el equilibrio y armonización del desarrollo regional y sectorial de la zona.
Entre las medidas contempladas en los planes para conseguir reducir las extracciones de agua subterránea destacan la adquisición de la Finca de Los Mimbrales, en la Corona Forestal de Doñana, para mejorar el estado de la masa de agua subterránea La Rocina. También la finalización de las obras de consolidación y mejora de la zona regable de El Fresno, asociadas al trasvase de 4,99 hm3 desde el Tinto-Odiel-Piedras al Guadalquivir para traer aguas de calidad desde el anillo hídrico de Huelva hasta El Condado.
Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha reforzado las medidas de control extremando las medidas de seguimiento de las superficies regadas que no tienen amparo en el Plan Especial de Ordenación de las zonas de regadío ubicadas al norte de la Corona Forestal de Doñana; con el control de los caudales extraídos en las captaciones que cuentan con título habilitante y con el cierre de captaciones subterráneas.
Además, el Organismo de cuenca ha promovido la constitución de comunidades de usuarios de aguas subterráneas y ha revisado las concesiones y elaborado un censo de captaciones y un modelo matemático de apoyo a la gestión en el perímetro de la zona de la Corona Forestal del norte de Doñana.
En el ámbito de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir, además, se prevé la puesta en marcha de 52 actuaciones relacionas con la masas de agua de Doñana, para el horizonte 2016/2021, mientras que en la demarcación Tinto-Odiel-Piedras se pondrán en marcha 12 actuaciones.
INCORPORACIÓN DE NUEVOS RECURSOS HÍDRICOS
En cuanto a la nueva incorporación de recursos hídricos desde el Tinto-Odiel-Piedras, que se sumaría al actual trasvase puesto en marcha por este Gobierno y que permite aportar 4,99 Hm3/año a los regadíos del Condado en la cuenca del Guadalquivir. Asimismo, el Gobierno de España tiene el compromiso de apoyar este proyecto con un nuevo trasvase de 15 hm3/año.
Se trata de una transferencia entre dos ámbitos de cuencas, que debe abordarse en el marco del Pacto Nacional del Agua en el que ya trabaja el Ministerio con todas las comunidades autónomas y, posteriormente, con el resto de usuarios del agua, para lograr con la máxima participación, diálogo y consenso un Pacto que dé respuesta a los principales retos de la gestión del agua en nuestro país. Y que requerirá, por su magnitud, que se regule por Ley, que debe contener todos estudios técnicos, ambientales y económicos que definirán la futura transferencia.