EFE.- En declaraciones a los periodistas, Planas ha dicho que en la reunión de esta tarde tratarán de fijar una estrategia en común para que "los intereses de Andalucía estén bien defendidos" y que los agricultores y ganaderos andaluces mantengan sus rentas.

   El consejero ha aclarado que la fase que comienza ahora, de aplicación en España del acuerdo alcanzado, será tan importante como la que ha culminado con el acuerdo europeo de ayer sobre la PAC.

   Se han producido avances, según Planas, porque las pérdidas potenciales máximas por parte de cada agricultor o ganadero no podrán superar el 30 %, si bien el consejero ha admitido que le hubiera gustado una cifra inferior, al igual que en la convergencia interna, establecida en un 60 por ciento.

   "La reforma venía torcida desde el principio" y era "muy desfavorable para los intereses de Andalucía, para su agricultura productiva y competitiva", ha agregado Planas, quien ha dicho que ahora se trata de conseguir el máximo rendimiento para los agricultores andaluces.

   Miguel Cobos, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), ha asegurado que el acuerdo tiene "aspectos positivos, pero también muchos defectos", porque ha dejado fuera a las frutas y hortalizas "y no deberían entrar ninguna hectárea improductiva", en alusión a la posible inclusión en las ayudas de eriales y pastos.

   Cobos ha considerado que el acuerdo "supone un paso más hacia la tasa plana", en alusión a la misma ayuda para todos los cultivos, lo que "es injusto para los pequeños agricultores, que son los que fijan la población y mantienen los pueblos vivos".

   Miguel López, de COAG, ha señalado que se ha frenado "el planteamiento de cargarse el sistema productivo andaluz", pero ha advertido de que "tampoco pueden echarse las campanas al vuelo como ha hecho el ministro", Miguel Arias Cañete, y aunque ha admitido que se mantienen las ayudas ha recordado que el 75 % de la renta agraria andaluza depende del mercado.

   López ha coincidido con Cobos en que el acuerdo "va hacia la tasa plana", y ha lamentado que la UE emplee a los países mediterráneos para consolidar relaciones con terceros países, mientras que salvaguarda las producciones de cereales, leche y azúcar de Alemania, Francia y el norte de Europa.

   Rafael Sánchez de Puerta, de la federación de cooperativas Faeca, ha valorado que las ayudas se mantengan "parecidas" a las de hasta ahora, pero ha lamentado que pese la incertidumbre sobre los mecanismos de gestión de mercado y la regulación de precios.

   También ha echado de menos que se definan las ayudas a los ganaderos y medidas para la incentivación de la oferta.

   Por su parte, representantes de Asaja, han manifestado hoy que están "relativamente contentos" por el acuerdo porque permite que España perciba la misma cantidad de dinero que antes.

   España contará con 35.705 millones de euros para ayudas directas, 8.291 millones para desarrollo rural y 3.000 millones para medidas de mercado: 47.000 millones en total para el marco 2014-2020, que se elevarán hasta 50.000 millones si se suma la cofinanciación nacional para las medidas del segundo pilar de la PAC, en niveles similares al montante del período actual, según el ministro.

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