EFE.- El acto, copresidido por el Ejecutivo comunitario y la llamada «Comisión Océano Mundial», ha pasado revista a asuntos como las normas que regulan los océanos y la pesca ilegal.
La comisaria europea de Asuntos Marítimos, Maria Damanaki, ha advertido de que la legislación vigente contiene importantes lagunas legales que hacen que parte de las aguas de alta mar sean «tierra de nadie» y ha subrayado la urgencia de poner en marca las reglas adecuadas para proteger los océanos a nivel global.
Damanaki ha recordado que la «UE ha demostrado un liderazgo internacional» en ámbitos como la lucha contra los excesos pesqueros y la pesca ilegal, así como en la adopción de normas destinadas a garantizar un crecimiento sostenible para los océanos.
No obstante, ha advertido de que «todo esto no será suficiente si no actualizamos nuestras normas a nivel internacional».
El ministro sudafricano Trevor Manuel, copresidente de la Comisión Océano Mundial, mencionó en rueda de prensa las recomendaciones de ese organismo para mejorar la situación de los océanos, empezando por la necesidad de «medir» el estado de las aguas con el fin de «entender el nivel de degradación».
En ese contexto, defendió la necesidad de un objetivo de desarrollo sostenible para el océano, que permita ayudar a trabajar en su recuperación.
Indicó que el sistema actual de gobernanza de los océanos es «demasiado complejo», y consideró que «hace falta un nuevo enfoque para la gestión» de esas aguas.
También se refirió a la necesidad de poner fin a los subsidios que algunos países conceden a sus flotas, que les ayudan a acceder a las aguas de alta mar, y a la urgencia de combatir la sobrepesca y las prácticas pesqueras ilegales.
De la Comisión Océano Mundial forman parte más de una decena de representares de alto nivel político, entre ellos el ex primer ministro de Canadá (Paul Martin), el director general de la Organización Mundial de Comercio (Pascal Lamy), el exministro de Finanzas de Chile Andrés Velasco y la exministra de Medio Ambiente española Cristina Narbona.
Recientemente ese grupo presentó un informe sobre las principales amenazas que se ciernen sobre las aguas internacionales conocidas como «alta mar», que suponen casi la mitad de la superficie del planeta.