La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado el recurso presentado por un hombre contra la sentencia del Juzgado de lo Penal número Tres de Cartagena, que le condenó a ocho meses de cárcel, como autor de un delito de receptación, por haber comprado uva que había sido robada y venderla posteriormente en un mercadillo.

El relato de hechos probados señaló que el denunciado fue sorprendido los días 14 y 16 de noviembre de 2014, cuando vendía la uva que había sido robada en sendos mercadillos de Cartagena a un precio inferior al de mercado «y a sabiendas de su origen ilícito».

Le fueron intervenidos un total de 720 kilos de este producto, que fueron reconocidos por sus dos dueños, que unos días antes habían denunciado a la Guardia Civil la sustracción de 1.500 kilos y 350 kilos.

En su recurso, el acusado alegó que las denuncias por los robos de uva presentadas unos días antes no podían llevar, necesariamente, al convencimiento de que la que él vendía era parte de los mismos.

Sin embargo, la Audiencia coincide con el Juzgado en que los hechos quedaron suficientemente probados en el juicio, dadas las contradicciones en que incurrió y el no haber podido justificar la procedencia legal de la uva.

Cabe destacar que este tipo de robos en el campo para su posterior venta en mercadillos es una de las prácticas más habituales dentro del amplio catálogo de delitos relacionados con la agricultura. De hecho, la semana pasada, la Guardia Civil ha procedido a la detención a once vecinos de los municipios almerienses de Adra y Roquetas de Mar por su presunta pertenencia a una banda criminal que hurtaba productos agrícolas y los “colocaba” en almacenes, mercadillos y a particulares. Al parecer, parte de los detenidos actubana en los campos de noche para que se pudiera vender de día en dichos mercadillos.

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