Ahora el sector espera que la meteorología acompañe, lo que implica que es necesario que se registren lluvias hasta el final del otoño y que no se den temperaturas muy gélidas durante el invierno ni llueva en demasía en primavera, como ocurriera el año pasado.
La siguiente fase, la de recolección, comenzará de manera progresiva a partir de finales de enero, si bien el grueso de la misma no se dará hasta terminar febrero y principios de marzo.
Freshuelva cerró la campaña pasada con una producción de 274.800 toneladas y una facturación de 315,16 millones lo que supuso el 10 y el 20% menos que en la temporada anterior, respectivamente, debido precisamente a las condiciones climatológicas de principios de año, ya que las lluvias y la humedad perjudicaron al fruto, por lo que el sector espera que este año se den las condiciones idóneas y la campaña tenga un mejor resultado.