Más de 120 representantes de comunidades de regantes de todo el país han dado los primeros pasos para crear una asociación de ámbito nacional pionera en la defensa de los valores sociales, culturales, ambientales y económicos del regadío tradicional.
Lo han hecho tras participar en Granada en el I Encuentro de Comunidades de Regantes Históricas y Tradicionales de España, una cita enfocada en defender y reconocer este tipo de regadíos que ha organizado el Laboratorio de Arqueología Biocultural (MEMOLab) de la Universidad de Granada.
En la iniciativa colaboran las asociaciones de comunidades de regantes históricas y tradicionales de Andalucía, Extremadura y Castilla y León, y ha sumado a representantes de Aragón, La Rioja, Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia, Baleares y Canarias.
Los representantes de las diferentes comunidades han puesto en común sus experiencias y han coincidido en reclamar políticas públicas que reconozcan y apoyen su gestión sostenible, en un momento en que enfrentan amenazas que ponen en riesgo su existencia, como el envejecimiento de sus miembros, la falta de relevo generacional y la pérdida de conocimientos tradicionales.
A estos factores han sumado la intensificación, industrialización y tecnificación agraria, que contribuyen a la sobreexplotación de los acuíferos, y la pérdida de biodiversidad que pone en riesgo la viabilidad de las pequeñas explotaciones.
Han firmado la ‘Declaración de Granada’, un texto que recuerda que las comunidades históricas «contribuyen a la justicia social del territorio mediante un reparto consensuado y equitativo del agua» y ofrecen «un marco legal e institucional para prevenir y revertir iniciativas extractivistas, oligopolios, el acaparamiento de aguas, la sobreexplotación o la mercantilización del agua.
Las acequias de riego son sistemas de economía circular local que utilizan materiales naturales locales y no producen residuos, y tienen una bajísima dependencia tecnológica y energética, al estar basados en la gravedad.
«Estas características los hacen especialmente sostenibles y resilientes: han sido capaces de adaptarse y sobrevivir a grandes crisis económicas y cambios sociales, ambientales, culturales y políticos a lo largo de siglos», señala el texto.
Pese a su difícil situación, los sistemas de regadío tradicionales cuentan con numerosos aliados en el ámbito académico y científico, a través de investigaciones que demuestran su valor patrimonial y su contribución a la preservación del paisaje y la gestión sostenible del agua.
El encuentro, germen para crear una asociación pionera y de ámbito estatal para defender los valores de estos regadíos, se enmarca en el proyecto REVIERTE de impulso al aprovechamiento forestal sostenible, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
