Coca-Cola España ha destacado que, desde el primer momento, la fusión de las embotelladoras se entendió como un proceso de ordenación societaria con el objetivo de "fortalecer la estructura del negocio en España a través de un modelo más eficiente y más competitivo en el ámbito internacional".
Ha recordado que la fusión en España sigue el procedimiento realizado por otros embotelladores, como es el caso de Coca Cola Femsa, que agrupa a territorios de América Central y América del Sur.
La nueva embotelladora contará con una cifra de negocio de 3.000 millones de euros, lo que la sitúa como la primera empresa agroalimentaria en España; dentro del sistema Coca-Cola se sitúa en segundo lugar en Europa (con un 14 % de peso, por detrás de Alemania) y en el décimo en el mundo.
Contará con 15 plantas de producción distribuidas por toda la geografía nacional, de las que tres corresponden a los manantiales de agua de Santolín (Burgos), Fontoira (Lugo) y Fuenmayor (Teruel).
Sus fábricas, que producirán y embotellarán más de 600 referencias (refrescos, aguas, zumos, bebidas energéticas, deportivas y con base de té), darán trabajo a 5.000 personas.
La nueva embotelladora, con 84 líneas de producción y una flota de camiones (en propiedad y "leasing") cercana a los 2.200 vehículos, atenderá a 400.000 clientes, de los que 320.000 serán de hostelería.
La fusión pone fin a un proceso iniciado hace ahora dos años con el objetivo de fortalecer la estructura de negocio en España y Portugal a través de un modelo más eficiente y de ser más competitivos en el ámbito internacional, ha añadido.
Coca-Cola comercializa en España 24 marcas y 69 productos, y en el ámbito de la innovación, la división Ibérica es la segunda en el ránking mundial por variedad de bebidas, sólo por detrás de Japón.
De las siete embotelladoras, la planta de Cobega fue la primera que se inauguró en 1953, seguida de Colebega (1954), Norbega (1956), Rendelsur (1957), Begano (1959), Asturbega (1960) y Casbega (1980).