En su intervención, Federico Ramos ha expuesto sus principales líneas de trabajo en materia de cambio climático y ha asegurado que el “gran esfuerzo” del Ministerio en apenas diez meses “permite asegurar que España cumplirá su compromiso con el Protocolo de Kioto en 2012”.

Ha subrayado que en la próxima Cumbre de Cambio Climático de Doha (Catar) -que se celebrará en las próximas semanas- la comunidad internacional avanzará en el nuevo modelo de desarrollo bajo en carbono establecido para alcanzar el objetivo ambiental de limitar el aumento de la temperatura media global a 2ºC.

A su juicio, la Cumbre de Doha debe asegurar la continuidad del régimen jurídico internacional a través de la adopción formal de un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, que servirá de marco transitorio hasta alcanzar en 2015 un nuevo Acuerdo Internacional en el que participarán todos los países, y que entrará en vigor en el año 2020.

“Los retos en materia de cambio climático y los avances en las negociaciones internacionales sin duda tendrán importantes efectos sobre el futuro de las energías renovables”, ha destacado Ramos.

En este sentido, ha considerado que “nos encontramos en un momento de transición económica y social a nivel global” y que el “modelo económico y de desarrollo del siglo XXI requiere un replanteamiento del sistema energético, del uso de los recursos naturales y de las afecciones a los mismos”.

HACIA UNA NUEVA ECONOMÍA SOSTENIBLE

Tras destacar que “la agenda de transformación hacia una economía sostenible y baja en emisiones está ya aquí y es el momento de hacerla efectiva”, ha animado a los gobiernos, al sector privado y a la sociedad civil a que incrementen sus esfuerzos. “Este camino se presenta complejo con la crisis financiera y económica que estamos atravesando, pero en este reto vemos una clara oportunidad”, ha aseverado.

Por último, Federico Ramos ha concluido que “el reto supone avanzar cada día pensando en el modelo de país y de Unión Europea que queremos tener dentro de cincuenta años, y en ese reto, es evidente que los emprendedores y los inversores necesitan señales adecuadas que favorezcan esta transición hacia un modelo de desarrollo bajo en carbono”.

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