"Allí vive Maria de 90 años con mucho trabajo y poco lujo, y nosotros ayudamos para que puede seguir viviendo en su casa y así ahorrar dinero publico al no necesitar asistencia a domicilio ni ocupar un puesto en la residencia de ancianos", comenta.

    Para Zinke, el pasamano no es solo un tubo para agarrarse, sino sobre todo una instalación simbólica de conectar la zona rural y sus campesinos con las administraciones y los pueblos más poblados.

    El representante del colectivo considera que la recuperación de las zonas rurales es una de las tareas más importantes de toda la sociedad, pero recuerda que para acometer la mejora de infraestructuras básicas se necesita la ayuda de la administración.

    "Sin inversiones para cuidar y repoblar las zonas rurales no se puede realizar ningún desarrollo sostenible de nuestra isla y vemos con tristeza cómo algunas administraciones se olvidan de las gentes mayores y se abandonan sus barrios, a pesar de que casi todos los incendios se inician en lugares rurales-forestales abandonados", señala.

    Recuerda que, además, el Cabildo insular y la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (Apmun) destinan 320.000 euros para restablecer las zonas afectadas por el incendio que incluyen trabajos de poda y limpieza en el barranco de Benchijígua.

    "Esta iniciativa sumada a las obras de arreglar caminos en Lo del Gato es resultado de nuestro esfuerzo de cooperación y colaboración con el Cabildo de La Gomera", destaca Ralf Zinke, quien agradece a la institución insular el apoyo a su proyecto de recuperación de la vida rural.

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