Los autores de este estudio –que se publica en Journal of Epidemiology and Community Health– analizaron los datos de estilo de vida de más de 65.000 adultos seleccionados al azar de por lo menos 35 años. Además, se rastrearon las muertes registradas entre la muestra durante un promedio de 7,5 años. Los encuestados dijeron que habían comido en promedio poco menos de cuatro porciones de frutas y verduras el día anterior.
A mayor ingesta, más protección
El análisis reveló que el consumo de frutas y verduras se asocia con un menor riesgo de muerte, en general, y fallecimientos por enfermedades del corazón/derrame cerebral y cáncer, en particular.
Cuanto mayor era la ingesta de frutas y verduras, mayor parecía ser el efecto protector, según los datos del estudio. Comer por lo menos siete porciones diarias se relacionó con un 42% menos de riesgo de muerte por cualquier causa y un 25% y 31% menos por cáncer y enfermedades del corazón/derrame cerebral, respectivamente, después de excluir las muertes en el primer año del periodo de seguimiento.
Las verduras pueden ser más protectoras, según sugieren las cifras: ingerir entre dos y tres porciones diarias estaba relacionado con un riesgo un 19% menor de muerte en comparación con un riesgo del 10% menor de la cantidad equivalente de fruta. Cada porción de ensalada o verduras parecía conferir un riesgo de entre un 12 y un 15% menor de muerte.
La fruta enlatada aumenta las posibilidades de muerte
Qué pasa con la fruta en conserva Mientras que la fruta fresca y seca parecía frenar fuertemente el riesgo de muerte, una porción de fruta congelada/enlatada parecía aumentarla en un 17%, lo que médicos de salud pública de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), describen como "intrigante" en un editorial acompañante a los resultados del estudio.
Así, se preguntan si los azúcares añadidos en los productos de frutas procesadas podrían explicar este hallazgo. Estos expertos llegaron a la conclusión de que debe revisarse la tendencia de la dieta actual de incluir el consumo de frutos secos o fruta enlatada, batidos y zumos de frutas como formas de llegar al consumo de cinco porciones al día.
"Un zumo de naranja recién exprimido de 150 mililitros (13 gramos de azúcar); 30 gramos de higos secos (14 gramos de azúcar), 200 mililitros de un batido hecho con frutas y jugo de frutas (23 g de azúcar) y 80 gramos de ensalada de frutas en conserva (10 gramos de azúcar) contienen un total de unos 60 gramos de azúcar refinado. Esto es más que el azúcar en una botella de 500 ml de refresco de cola", advierten.