El Gobierno de Castilla-La Mancha ha reiterado su petición de que el Ejecutivo central incluya en el decreto de sequía a la cuenca del Guadiana y que la región esté presente en los foros en los que se tomen decisiones en materia de política hidráulica que afecten a la comunidad autónoma.
En conferencia de prensa, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha expuesto estas peticiones toda vez que el Congreso de los Diputados tiene previsto convalidar este jueves 22 el Real Decreto del Consejo de Ministros por el que se aplican medidas en contra de la sequía en las cuencas del Segura, del Júcar y del Duero.
Martínez Arroyo ha señalado la necesidad de que en la política de planificación hidráulica se cuente con las comunidades autónomas, para que «cada vez que se tome una decisión que afecte a Castilla-La Mancha, Castilla-La Mancha esté presente en los foros de decisión».
Los niveles de los acuíferos del Guadiana han bajado dos metros en algunos puntos
También ha reiterado que se incluya en el decreto de sequía la cuenca del Guadiana, algo que ha confiado en que ocurra a lo largo del verano, porque «Castilla-La Mancha está sufriendo una durísima sequía que va a afectar a la rentabilidad de las explotaciones agrarias y que hay que afrontar».
Para abundar en esta idea, Martínez Arroyo ha señalado que los niveles de los acuíferos del Guadiana han bajado dos metros en algunos puntos y ha advertido de la difícil situación a la que se enfrentan los agricultores, debido a las escasas precipitaciones de los últimos meses.
Todo ello, a su entender, justifica que la cuenca del Guadiana se incluya en el decreto de sequía, ya que «hay que trabajar para que los agricultores y los habitantes de Ciudad Real tengan garantizado el suministro de agua para el riego y el agua potable».
Asimismo, ha solicitado que Castilla-La Mancha también se vea beneficiada de las inversiones previstas en las cuencas del Segura y del Júcar por la sequía, ya por la región discurre el 25 por ciento de la primera cuenca y el 75 por ciento de la segunda.
En cualquier caso, ha considerado que las decisiones no se deben tomar «a última hora», sino que se deben «planificar con antelación, entre todos, entiendo en cuenta que se van a repetir los episodios de sequía».