Cientos de agricultores y ganaderos han participado este jueves en una jornada de protesta en Ciudad Real, donde han sacado sus tractores a la calle, para gritar ¡Basta ya! a los ataques gratuitos que, a su juicio, está recibiendo el sector y reclamar precios justos para sus productos.

Convocados por las organizaciones agrarias Asaja, UPA, COAG junto a Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha bajo el lema «Por el futuro y la rentabilidad de la agricultura y la ganadería», los participantes en esta protesta han recorrido las principales calles de Ciudad Real en una marcha que ha comenzado frente a la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y ha llevado hasta la Subdelegación del Gobierno, en la que han participado más de 250 tractores.

A las puertas de la CHG los agricultores han vertido una gran cisterna de agua y arrojado huevos contra su fachada principal.

Los agricultores han clamado que cese ya la «agresión permanente» al mundo agrario, al mundo ganadero, y al mundo rural, ya que han reivindicado que son un colectivo que durante la pandemia demostró que era esencial para garantizar el suministro de alimentos a la población y colaborar en limpiar y desinfectar las calles de España.

Y han recordado que el mundo rural de Ciudad Real y Castilla-La Mancha ha tenido que volver a salir a la calle para reivindicar temas que «son de justicia» y «un tremendo atropello», como el elevado coste que representa para ellos las tarifas eléctricas o de producción y el incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, para que reciban precios justos.

Pero también, han justificado la protesta de este jueves por la necesidad de contar con infraestructuras hidráulicas que son necesarias para ellos y que no terminan de ponerse en funcionamiento, como la Tubería a la Llanura Manchega que traería agua desde el trasvase Tajo-Segura a través de distintos ramales de distribución y que llegarían a 50 núcleos de población en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.

Los manifestantes han expresado su preocupación también por el impacto que la reforma laboral tendrá en el campo, donde la temporalidad de las campañas, la excepcionalidad y la estacionalidad condicionan la contratación, por lo que han denunciado que va ser difícil aplicar una de las normas que recoge esta reforma, como es la contratación indefinida.

También han sostenido que hoy el campo está en la calle para defender y poner en valor el medio rural, que está atravesando «un momento especialmente complicado».

«Estamos literalmente asfixiado por los costes de producción. Necesitamos urgentemente un plan de choque que ayude a paliar los efectos negativos del incremento de los costes que estamos sufriendo, a niveles nunca vistos», han asegurado.

Y han subrayado que un ejemplo de ello es que los piensos para el ganado se han encarecido cerca de un 30% en el último año, que también son más caras las semillas, más de un 20%; los abonos, más de un 48%; o el agua, más de un 33%.

«LA SOCIEDAD DEBE SABER QUE, MIENTRAS NOSOTROS NO CUBRIMOS LOS COSTES DE PRODUCCIÓN, LOS CONSUMIDORES PAGAN MÁS CAROS LOS ALIMENTOS PORQUE ALGUIEN ESPECULA CON NUESTROS PRODUCTOS»

Pero, han dicho, «las subidas más espectaculares son las que afectan al gasóleo que usan los tractores, una subida del 73%, y la energía eléctrica, más de un 270%», unos incrementos de coste a lo que también se une la subida del Salario Mínimo Interprofesional en casi un 30% en los últimos tres años, lo que en opinión del sector, provoca que esta situación «esté ahogando a un buen número de explotaciones».

Agricultores y ganaderos han querido también exigir unos precios de los productos agrarios que permitan la sostenibilidad económica de las explotaciones agrícolas y ganaderas, en línea con lo que establece la Ley de la Cadena Alimentaria.

«La sociedad debe saber que, mientras nosotros no cubrimos los costes de producción, los consumidores pagan más caros los alimentos porque alguien especula con nuestros productos», por eso, han dicho, «es necesario un reparto más justo del valor de los alimentos en la cadena alimentaria».

También han denunciado lo que en su opinión es «atropello» para ellos, como es que no exista una planificación hidrológica que favorezca el desarrollo socioeconómico del sector agroalimentario regional.

«Sin agua no hay futuro para nuestro sector. Donde hay agua, hay rentabilidad, las explotaciones con agua son capaces de ser competitivas, todo ello siendo compatible con un uso racional y sostenible de los recursos disponibles», ha dicho.

Y han asegurado que con toda esta situación «peligra el relevo generacional en el campo» si no se da acceso a los jóvenes agricultores a una agricultura de regadío que ayude al mantenimiento de la población en el medio rural.

Finalmente, han pedido también un reconocimiento y un mayor apoyo al cooperativismo agroalimentario, como instrumento principal de vertebración y mejora de la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas, el acceso a mercados de valor y de adaptación al nuevo modelo productivo.

Además, han pedido también un mayor apoyo y defensa de la caza, que minimiza los daños agrarios y garantiza la producción de alimentos.

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