El área afectada suma un total de 3.500 hectáreas, en buena parte de las cuales se ha perdido el 100% de la cosecha. Mientras tanto, en las zonas del interior el producto que se ha llevado la peor parte es la uva para vinificación, con unas pérdidas que ascienden a 8,5 millones de euros repartidas en una extensión de 20.000 hectáreas. Hay que apuntar que el viñedo también se está viendo especialmente afectado de manera negativa por la incidencia de la sequía y por la fisiopatía de la marchitez fisiológica. El resto de cultivos aglutinan 0,5 millones más en pérdidas.

     Las comarcas más afectadas son La Ribera Alta, Utiel-Requena, Camp de Morvedre y La Costera, aunque son pocas las zonas que no han padecido con mayor o menor intensidad las consecuencias del granizo a lo largo del año. Y es que sólo en la provincia de Valencia se contabilizan más de diez grandes temporales que han comportado millonarios daños por pedrisco.

     Las tormentas de efectos más graves se produjeron a finales de mayo, mediados de junio, principios de agosto, principios de septiembre y durante esta última semana.

    Ante la magnitud del desastre, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, hace un llamamiento a los agricultores para que contraten el seguro agrario en sus cosechas: “España tiene uno de los mejores sistemas de seguros agrarios del mundo que, si bien es mejorable, constituye una herramienta imprescindible como garantía de rentas ante las inclemencias climáticas. Ciertamente, en el campo valenciano estamos afrontando un año extraordinariamente difícil ya que a las cuantiosas pérdidas ocasionadas por toda esta sucesión de pedrisco hay que sumar las nefastas consecuencias que está reportando a nuestra agricultura la sequía más extrema de los últimos 150 años, el veto ruso y la crisis de precios que arrastran la mayor parte de los cultivos valencianos”.

 

      El área afectada suma un total de 3.500 hectáreas, en buena parte de las cuales se ha perdido el 100% de la cosecha. Mientras tanto, en las zonas del interior el producto que se ha llevado la peor parte es la uva para vinificación, con unas pérdidas que ascienden a 8,5 millones de euros repartidas en una extensión de 20.000 hectáreas. Hay que apuntar que el viñedo también se está viendo especialmente afectado de manera negativa por la incidencia de la sequía y por la fisiopatía de la marchitez fisiológica. El resto de cultivos aglutinan 0,5 millones más en pérdidas.

     Las comarcas más afectadas son La Ribera Alta, Utiel-Requena, Camp de Morvedre y La Costera, aunque son pocas las zonas que no han padecido con mayor o menor intensidad las consecuencias del granizo a lo largo del año. Y es que sólo en la provincia de Valencia se contabilizan más de diez grandes temporales que han comportado millonarios daños por pedrisco.

     Las tormentas de efectos más graves se produjeron a finales de mayo, mediados de junio, principios de agosto, principios de septiembre y durante esta última semana.

    Ante la magnitud del desastre, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, hace un llamamiento a los agricultores para que contraten el seguro agrario en sus cosechas: “España tiene uno de los mejores sistemas de seguros agrarios del mundo que, si bien es mejorable, constituye una herramienta imprescindible como garantía de rentas ante las inclemencias climáticas. Ciertamente, en el campo valenciano estamos afrontando un año extraordinariamente difícil ya que a las cuantiosas pérdidas ocasionadas por toda esta sucesión de pedrisco hay que sumar las nefastas consecuencias que está reportando a nuestra agricultura la sequía más extrema de los últimos 150 años, el veto ruso y la crisis de precios que arrastran la mayor parte de los cultivos valencianos”.

 

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