En cuanto a los cultivos profesionales que pueden verse más afectados por estas riadas ha citado los cultivos de invierno como la borraja, el cardo o la acelga.Ha indicado que en el maíz, donde no haya sido cosechado, habrá pérdidas.

   Ha remarcado, respecto al cereal, que habrá que estar pendientes de si el agua se encharca en las fincas, lo que conllevaría la pérdida de la planta, o si por el contrario se va rápido, lo que sería beneficioso. También "habrá que esperar a que se vaya el agua del campo para ver si hay daños en infraestructuras", ha agregado.

   El presidente de la UAGN ha apuntado que, además de ver cómo evoluciona el agua caída, hay que estar pendientes de las previsiones para los próximos días y es que se prevén más lluvias y una nueva crecida del Ebro.

   Por otro lado, "hay que ver como evoluciona el deshielo y los embalses, que están prácticamente llenos". Situaciones como las vividas estos días pueden resultar beneficiosas para los cultivos de secano, ya que "venimos de dos años de sequía y este agua es muy beneficiosa y la nieve en el norte también", según Bariáin, que ha puntualizado que "el problema viene en las zonas encharcadas, si el agua persiste puede haber pérdidas y si se va de la finca sin problemas es beneficiosa".

    En el caso de los cultivos de invierno ha reconocido que habrá pérdidas porque "las hortalizas se llenan de tierra y luego eso no tiene venta y además se entorpece la labor de recolección, ya que con el agua no se puede entrar a recolectar".

    Desde el sindicato EHNE han indicado a Efe que por el momento no han recibido ningún parte de seguros de sus agricultores debido a incidencias relacionadas con las intensas lluvias y las riadas.

    Sí tienen constancia de encharcamientos en campos de cereal, lo que está haciendo que los agricultores tengan que redoblar allí sus esfuerzos tratando de hacer pequeños canales para que el agua desembalse más fácil y evitar así que la plantas se pierdan por asfixia debido a la falta de oxigeno.

    A esa preocupación han añadido también las previsiones meteorológicas que anuncian lluvias para los próximos días, lo que puede conllevar pérdidas en algunas cosechas.

    Las lluvias y nevadas de los últimos días no tienen por qué ser malas para el campo, al contrario, es "lo que se desea en esta época del año", han apuntado, aunque han reconocido que los registros de lluvia que se están produciendo están siendo "algo más elevados que en los últimos".

   Esto es lo que está contribuyendo a que en algunos terrenos hayan podido darse afecciones en la erosión de la tierra con algunos desprendimientos que han hecho que las siembras se realicen más tarde de lo habitual o que los campos de cereal se encuentren más encharcados.

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