Laínez ha recordado que, por ejemplo, recientemente se ha detectado en Cataluña una nueva plaga que afecta a frutos rojos como la cereza, la ‘Drosophila suzukii", una mosca de origen asiático que "podría progresar rápidamente" si se dan las temperaturas adecuadas.

    También se ha referido a nuevos tipos de hongos que podrían extenderse con las nuevas condiciones climáticas.

    No obstante, ha señalado que mientras el aumento de temperaturas puede hacer que nuevas plagas se propaguen con más facilidad, otras que hoy se combaten en España tendrán "más dificultades" y "dejarán de ser un problema".
 
   En otras mesas de trabajo se han tratado cuestiones sobre la mejora vegetal y la obtención de nuevas variedades, así como las técnicas de manejo de cultivos tanto en invernadero como al aire libre, en aspectos como el riego o el uso de fertilizantes.

    En este sentido, ha explicado Laínez, se trabaja en un escenario climático con menos lluvias, por lo que uno de los principales objetivos es lograr desarrollar plantas con menos agua y de manera más eficiente.

    En la jornada han participado representantes de centros de investigación agraria, además del INIA, como el CSIC, el Ifapa andaluz, el Irta de Lleida, el Imida de Murcia y el IVIA de Valencia, entre otros.

    También han asistido asociaciones del sector hortofrutícola como Fepex, Proexport y Coexphal; de cooperativas como la valenciana Anecoop y de empresas como Bayer Cropscience, Syngenta o BASF, entre otras.

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