Hasta este fin de semana se habían registrado unas 120 empresas a través del despacho de abogados contratado por la FEV -Ashurst y los socios chinos de éste, Guantao- o directamente por sus medios, aunque la cifra final será muy superior, según las fuentes.
El registro como partes interesadas de las bodegas implica mostrar voluntad de cooperación con las autoridades chinas, y con ello pueden evitar las tasas más elevadas en caso de que se impongan finalmente, mientras que las no registradas se considerarán "no colaboradoras" y soportarán mayores cuantías.
Las bodegas deben enviar unos formularios cumplimentados al Bureau of Fair Trade for Imports and Exports (BOFT) y al Bureau of Industry Injury (IBII) del Ministerio de Comercio de China.
También deben contar con un representante legal en China al que se otorgarán poderes de representación.
Las investigaciones antidumping y antisubvención cubrirán el 2012 y la investigación de daño de 2009 a 2012 y podrían concluir con la imposición de tasas a las importaciones de vino europeo, que serían acumulativas y tendrían una vigencia de 5 años y podrían prorrogase 5 años más, según la FEV.
Las subvenciones existentes en Europea -que las autoridades chinas alegan para justificar sus actuaciones- se refieren al esquema de pago único, promoción en terceros países, reestructuración y reconversión de viñedos, cosecha en verde, mutualidades, seguro de cosecha, inversión, destilación de subproducto, restitución a la exportación, almacenamiento de vino y mosto y las ayudas para uso específico y al desarrollo rural.
También apuntan a la ayuda fiscal a la inversión en Córcega (Francia), al plan de incentivos regionales (España) y a la subvención a la inversión (Este de Alemania).