EFE.- Aunque la economía mundial se está recuperando de la crisis, todavía existen obstáculos e incertidumbres, y "bajo tales circunstancias, es más importante impulsar la promoción de una cooperación regional en el noreste de Asia", señaló Jiang Zengwei, viceministro de Comercio, en declaraciones que difundió hoy la agencia oficial de noticias Xinhua.
El área propuesta por China incluye sus provincias nororientales de Heilongjiang, Jilin y Liaoning, así como la región septentrional de Mongolia Interior.
De formar parte del proyecto, la futura zona de libre comercio cubriría una superficie de 9 millones de kilómetros cuadrados en los que se produce más del 70 por ciento del PIB asiático.
El viceministro lanzó esta idea en el marco de la actual edición de la Feria de Comercio e Inversiones del Noreste de Asia que se celebra desde el martes en Changchun, capital de Jilin.
"Los países de Asia Oriental deberían construir un marco de cooperación y explorar la creación de un área de libre comercio con el telón de fondo de la integración económica y global", planteó Bai Lichen, vicepresidente del principal órgano consultivo chino.
A pesar de su posición en la economía mundial, los intercambios económicos en el noreste de Asia se mantienen a un bajo nivel en comparación con el Sudeste Asiático o con Asia Oriental.
"Los países del noreste de Asia vivieron históricamente aislados y carecían de un entorno eficiente para la comunicación mutua", recordó Bai.
El funcionario reconoció que la base para la cooperación económica en la región sigue siendo "inestable", por lo que propuso dar prioridad a la economía y el comercio "y dejar a un lado las diferencias ideológicas".
Pekín ha impulsado en los últimos años los lazos económicos con los países de la región, como el acuerdo firmado en junio con Corea del Norte para la construcción de la Zona Económica y Comercial de Rason, o el avance en la construcción de autovías y ferrocarriles para unir China con Rusia y Corea del Norte.
El comercio de China con su rival asiático e histórico enemigo, Japón, aumentó en un 19 por ciento hasta los 162.000 millones de dólares en el primer semestre del año, mientras que con Corea del Sur llegó al 20,5 por ciento hasta los 118.000 millones de dólares en ese mismo periodo.