Siete productores de aceite de oliva chilenos desembarcaron en Rusia "para mostrar la diferencia que tienen sus aceites con el resto del mundo", dijo Pillado.

    "El mercado de aceite de oliva ha crecido en Rusia un 10 por ciento entre 2011 y 2012. Es un mercado nuevo, emergente, que tiene un gran potencial de crecimiento", según el director de ProChile.

    Chile empezó a exportar a Rusia hace justo ahora dos años, en noviembre de 2011, con tres marcas que han obtenido unos resultados excelentes, lo que ha hecho que otros quieran sumarse a la conquista de un mercado emergente, conocido ya en todo el mundo por el gran poder adquisitivo de sus consumidores.

    "Estamos en conversaciones con un importador para entrar en el mercado ruso. El aceite de oliva está penetrando muy fuerte en Rusia y ha crecido mucho en los últimos años", apuntó Martin Foster, director de exportación de Senzo Aceites de Oliva, una de las empresas que quieren seguir los pasos de los primeros en llegar a este país.

    Agroindustrial Siracusa apostó por Rusia desde el principio y no tardó en ver recompensada su valentía: ya se ha situado como uno de los líderes en el segmento de aceites de oliva de gran calidad y precio competitivo.

    Le avala una medalla de oro ganada este año en la feria de alimentación ProdExpo -una de las más importantes de Rusia- con una de sus marcas de mayor calidad.

Esperan ocupar un sitio no por volumen, pero sí por calidad


    "En Rusia nos ha ido muy bien. La medalla de oro en ProdExpo nos da una buena base para consolidarnos en este mercado", aseguró Diego Valenzuela, director de exportación de Agroindustrial Siracusa.

    Chile quiere superar el décimo puesto que ocupa ahora mismo entre los países exportadores de aceite de oliva a Rusia, sin aspirar al liderazgo por volumen de producción pero sí al podio de la calidad.

     "El aceite de oliva chileno ha quitado algo de mercado a su competidor griego y se ha igualado a los aceites italianos. El clima chileno nos permite lograr una acidez muy baja, y por tanto conseguimos hacer uno de los productos de mayor calidad del mundo", resalta Foster.

    La industria del aceite del "nuevo mundo" es joven, apenas tiene veinte años y no está entre los líderes de producción mundial, pero es precisamente su juventud, que ha exigido grandes inversiones de lanzamiento, lo que ha permitido alcanzar excelentes cotas de calidad, reconocidas en concursos de todo el mundo.

    Las tecnologías puntas instaladas en las plantas de producción chilenas "permiten al productor tener el proceso más corto posible entre la cosecha y la producción del aceite", recuerda el director de ProChile.

    También juega con ventaja el país latinoamericano para competir en Rusia con productores tradicionales como España, Italia o Grecia. "El aceite chileno es comparable a los mejores del mundo, pero competimos en precio, porque el precio de nuestro aceite es un pelín más bajo que el de nuestros competidores españoles e italianos", subraya el director de exportación de Senzo.

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