Hacer de la almendra un cultivo más competitivo es el objetivo de un nuevo proyecto que está llevando a cabo la Fundación Agro UC con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) de Chile.
La iniciativa responde a las brechas detectadas en la Visión al 2030 de la industria de la almendra, donde se identifica como uno de los factores limitantes la falta de ajustes de tecnología de manejo que permitan mejorar el desempeño productivo del almendro en Chile.
La productividad promedio de los almendros en Chile es relativamente baja (1.500 kg pepa/há) en comparación con productores de California (EE.UU.) y Australia, donde alcanzan fácilmente los 3.000kg/há. Esto se debe principalmente a factores climáticos que derivan en problemas de polinización y cuaja frutal, y también a un manejo tecnológico insuficiente.
este proyecto plantea la utilización de tecnologías innovadoras de mejoramiento y estímulo de la polinización y la cuaja
La producción de almendras es un cultivo frutícola cada vez más importante en Chile, especialmente por sus características de fruto seco no perecible, por sus atributos nutracéuticos y por los buenos precios internacionales de los últimos años.
Por lo tanto, a través de este proyecto se plantea que la utilización de tecnologías innovadoras de mejoramiento y estímulo de la polinización y la cuaja, para incrementar la productividad a niveles similares a los obtenidos en California o incluso mayores.
“Ello se alinea con los esfuerzos de FIA de enfrentar las contingencias climáticas actuales, a través de la adaptación de tecnologías en las condiciones propias, que generen ventajas competitivas para los medianos y pequeños productores de almendra”, señala la ejecutiva de innovación de FIA, Carolina Fuentes.
También se propone estudiar el probable efecto adverso de los fungicidas utilizados normalmente en floración
Un factor esencial en la cuaja frutal del almendro se refiere a su condición de autoincompatibilidad polínica, lo que obliga a utilizar polinización cruzada. Este factor, además de las condiciones climáticas adversas en época de floración (Julio-Agosto), suelen llevar a una cuaja frutal errática e insuficiente, lo que afecta significativamente la producción.
Es por esto que se desarrollarán y aplicarán tecnologías que modifiquen la fenología de floración para mejorar coincidencia floral entre variedades, utilizar diversos biorreguladores para mejorar la polinización y la cuaja, así como también evaluar aplicaciones foliares de nitrógeno, boro y zinc para el mismo propósito, señala el coordinador de la iniciativa, Carlos Sotomayor.
Por otra parte, se propone estudiar el probable efecto adverso de los fungicidas utilizados normalmente en floración (para controlar el tizón de la flor, botrytis y otras), tanto sobre la cuaja frutal de almendro como sobre las abejas polinizadoras. Paralelamente se propone estudiar el efecto los tratamientos propuestos (fitorreguladores, nutrientes y fungicidas), sobre la capacidad de germinación del polen y desarrollo de tubos polínicos, elementos fundamentales en la fecundación y cuaja frutal del almendro.
Todo este trabajo, será realizado en huertos representativos que permitan realizar adecuadamente los experimentos y también para implementar demostraciones para una eficiente divulgación por los productores de almendra.