Las cooperativas agroalimentarias andaluzas aportan el 50% de la producción agraria de la comunidad. Estas empresas garantizan el acceso a un suministro seguro de alimentos de calidad del campo a la mesa. Son el motor económico del medio rural andaluz, pues aportan riqueza en términos de empleo y de volumen de negocio. No en vano, el sector representa el 5,8% del Producto Interior Bruto de Andalucía.
Pero además, cumplen un papel primordial en el cuidado del entorno, están comprometidas con el desarrollo del territorio y con la promoción de las personas y familias que constituyen su base social. Por ello, es el modelo empresarial profesionalizado que mejor encaja en el desarrollo sostenible y es un referente de la economía social agroalimentaria.
Un sector cuya actividad está muy diversificada. De hecho, las cooperativas se organizan en torno a secciones como: frutas y hortalizas, olivar, cultivos herbáceos, alimentación animal, ganadería, suministros, tienda de alimentación, gasolinera, sección de crédito… Una heterogeneidad que aporta valor pero que complica la gestión empresarial desde el punto de vista legal.
LAS COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS DEBEN CUMPLIR CON UNA ESTRICTA NORMATIVA QUE INCLUYE ASPECTOS DE CUMPLIMIENTO MUY PARTICULARES
Para el cumplimiento de su objeto económico, social y ambiental, las cooperativas agroalimentarias deben cumplir con una estricta normativa, que incluye aspectos legales de cumplimiento muy particulares y que varían en función del sector al que se dedique cada sociedad.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, federación que representa a más del 90% de las empresas de la economía social agroalimentaria en la comunidad, se ha preguntado cuál es el grado de ejecución y conformidad respecto a dichos aspectos de carácter reglamentario.
Así, a través del proyecto ‘Evaluación del cumplimiento de las cooperativas agroalimentarias con respecto a la normativa de aplicación’, que se enmarca en la línea 4 para la Innovación y Competitividad Empresarial de la Economía Social que financia la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, se está realizando un diagnóstico a un total de 40 cooperativas mediante una ‘check list’ (lista de chequeo).
Se trata de un cuestionario de evaluación elaborado tras una visita realizada a cada una de las cooperativas participantes. En él se han incluido 55 preguntas relativas a obligaciones administrativas, inscripciones en registros y revisiones e inspecciones de las cooperativas agroalimentarias, además de preguntar por aspectos relativos a la legalización de los libros de actas, de socios, de aportaciones a capital social, de inventarios y cuentas, etc.
Las cooperativas han tenido que contestar a preguntas como: “¿Se encuentran aprobados e inscritos los estatutos sociales?”, “¿Están aprobadas y depositadas las cuentas anuales de los últimos cinco ejercicios?” o “¿Todas las explotaciones de los socios están inscritas en el Registro de Explotaciones Agrarias y Forestales de Andalucía (REAFA)?”
El cuestionario ahonda también en aspectos clave para la seguridad laboral y para cumplir con la normativa ambiental, por ello, se incluyen otras cuestiones como, por ejemplo, si las cooperativas revisan anualmente el sistema de detección de incendios en las instalaciones de venta de carburantes, o si cuentan con el número de identificación medioambiental (NIMA).
EL CUESTIONARIO QUE HAN TENIDO QUE CONTESTAR INCLUYE 55 PREGUNTAS RELATIVAS A OBLIGACIONES ADMINISTRATIVAS, INSCRIPCIONES EN REGISTROS Y REVISIONES E INSPECCIONES
La gran mayoría de las cooperativas ya han contestado al ‘check list’ por lo que actualmente se está realizando un informe con las respuestas obtenidas. Con esta información se reportará un documento personalizado a cada sociedad y, en función del mismo, cada empresa podrá analizar hasta qué punto está al día con sus sectores y con los reglamentos por los que se rigen.
Además, en función de los alcances y cumplimientos obtenidos, se incluirán medidas de mejora o correctoras, y se asesorará a los trabajadores de las cooperativas que desarrollan su actividad en las diferentes secciones para implementar algunas mejorías. Y es que entre los objetivos del proyecto está el asesoramiento, la orientación, la tutorización y la asistencia técnica a las cooperativas para que, de esta forma, mejoren su competitividad empresarial.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía avanza que los primeros resultados del informe de evaluación son bastante positivos y denotan un muy buen grado de cumplimiento de la normativa de aplicación, pues apenas se han registrado puntos de no conformidad. Por tanto, estas empresas, conformadas por estructuras regidas por principios democráticos y de cooperación, también están al día con sus obligaciones.