La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha anunciado que cerca de 3.000 viticultores andaluces optan a las ayudas convocadas por la Junta de Andalucía para atender a los sectores más afectados por el Covid, cuyo plazo de presentación de solicitudes concluyó en la jornada de l jueves 29. Crespo ha explicado que, al sumar los 4 millones de euros que rondan estas solicitudes y los 10,5 millones de euros abonados por la Junta a las bodegas en 2020 en el marco de la ‘Medida 21’ del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2014-2020, el Gobierno andaluz ha puesto a disposición del sector vitivinícola alrededor de 14 millones de euros en incentivos dirigidos a respaldar a unos profesionales que «estaban atravesando momentos muy complicados debido al cierre del canal Horeca (Hostelería, Restauración y Catering) por la Covid-19».
Durante su visita a las instalaciones de Bodegas y Viñedos Laujar (Cepa Bosquet), ubicadas en el municipio de Fuente Victoria de la Alpujarra almeriense, la consejera ha explicado que esta entidad y otras 9 bodegas de la provincia de Almería se encuentran entre las beneficiarias de las ayudas abonadas el año pasado por la Junta a los sectores especialmente afectados por la Covid. En total, las bodegas almerienses han recibido un montante total que supera los 400.000 euros en el marco de estos incentivos. El cierre y las limitaciones del canal Horeca en 2020 hizo caer las ventas hasta en un 70% en los peores meses del confinamiento.
Por su parte, las subvenciones dirigidas a los viticultores andaluces convocadas posteriormente y cuyas solicitudes estudia ahora la Consejería de Agricultura, permitirán también cubrir parte de las pérdidas acumuladas por la pandemia. El descenso en la comercialización de vinos ha provocado que, al llegar a la vendimia de 2020, las bodegas se encontraran con sus depósitos llenos (al 85%) y, por tanto, redujeran la adquisición de uva para producir nuevos vinos. El viticultor ha firmado contratos con un precio de uva similar al de años anteriores, pero al reducirse los volúmenes, ha tenido menos ingresos y un excedente de uva. A ello hay que unir la pérdida del sector turístico ligado al enoturismo y el mantenimiento durante 2020 del arancel al vino por parte de las autoridades estadounidenses.
En cuanto a Cepa Bosquet, Carmen Crespo ha resaltado que se trata de una empresa familiar, respetuosa con el entorno natural y con una producción sostenible «que ha apostado por la calidad». La consejera ha puesto de relieve la importancia de buscar la excelencia en la elaboración de bebidas y productos agroalimentarios, y ha afirmado que la Junta de Andalucía «seguirá respaldando la promoción de los productos andaluces con calidad diferenciada», como es el caso de estos vinos amparados por una Indicación Geográfica.