La Junta de Castilla y León apuesta por los nuevos embalses, una postura que defenderá en el Pacto Nacional del Agua, y para lo que la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, ha argumentado este miércoles 17 que la comunidad precisa de 350 hectómetros cúbicos de agua más para los regadíos.

La consejera de Agricultura y Ganadería se ha reunido con los presidentes de las cuatro confederaciones hidrográficas que operan en el territorio de Castilla y León, a los que ha trasladado las necesidades de la comunidad y sus aportaciones ante el próximo Pacto Nacional Agua.

La consejera ha anunciado la realización de un estudio sobre posibles ubicaciones de los nuevos embalses

Según ha informado en rueda de prensa, Milagros Marcos ha dejado patente que Castilla y León necesita nuevas infraestructuras de almacenamiento, como los nuevos embalses, y regulación del agua para el desarrollo de los regadíos y que sirvan para contrarrestar las épocas de sequía como la que actualmente afecta a ésta y a otras comunidades autónomas.

Después de acusar al gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero de «paralizar» el Plan Hidrológico Nacional de 1996, la consejera de Agricultura y Ganadería ha advertido que el Pacto Nacional de Agua que impulsa la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, se tiene que alcanzar desde el consenso.

Milagros Marcos ha recordado que con el plan hidrológico vigente Castilla y León tiene una capacidad para regar 570.000 hectáreas pero en 2027 tendrá que alcanzar las 660.000, por lo que precisará 350 hectómetros cúbicos más de agua almacenada en los pantanos a sumar a los 3.800 que ahora tiene.

Con la intención de proponer nuevos embalses, la consejera ha anunciado la realización de un estudio sobre posibles ubicaciones después de que en 1998 se establecieran veinte zonas con este objetivo.

Además Milagros Marcos ha apuntado que la Junta ha establecido en el Mapa de Infraestructuras Agrarias 20.000 hectáreas de nuevos regadíos y ya se trabaja sobre 8.000 hectáreas, el 40%, mientras que el resto, 12.000 hectáreas, se inician este año, pero la previsión hasta 2027 es que se transformen en regadío otras 90.000 hectáreas más.

Marcos ha fijado en la modernización de los regadíos como una apuesta de la Junta de Castilla y León, lo que necesita de una capacidad de almacenamiento de agua suficiente para poder atenderlas.

Los jóvenes se incorporan al campo 6.5 veces más en zonas de regadío que en las de secano

La consejera ha argumentado que la modernización de los regadíos contribuye a una agricultura más productiva y contribuye a ahorrar costes de riego, hasta un 35%; incrementa el margen económico de las explotaciones, hasta un 30%, y permite una mayor diversidad de los cultivos.

También ha apuntado que favorece una mayor incorporación de los jóvenes al campo (6,5 veces más que en las zonas de secano), mantiene la población en el medio rural y propicia una mayor inversión de los agricultores.

Milagros Marcos, después de insistir en la necesidad incrementar la capacidad de almacenamiento y regulación de las aguas, ha reclamado que la tramitación administrativa de las nuevos embalses o pantanos se lleve a cabo con urgencia mediante al declaración de interés públicos de primer orden, pero sin obviar las medidas de conservación del hábitat.

El presidente de la Cuenca Hidrológica del Duero, la principal que opera en la comunidad, Juan Ignacio Diego, ha aludido a que habrá que afrontar situaciones como la última sequía que, a su juicio y con el cambio climático, se repetirán cada vez con mayor frecuencia.

Ha asegurado que en el Pacto del Agua no solo se tendrán que atender problemas de demanda de agua, sino que se tendrá que hacer d acuerdo con los compromisos con la UE y los objetivos ambientales de los planes de cada una de las cuencas hidrográficas.

Ha señalado que «no hay una sosteniblidad económica y otra ambiental», sino de una sola que tiene en cuenta los dos aspectos.

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