Además, comprende la identificación y movimientos de los animales, tanto en el ámbito nacional como comunitario; la alimentación animal y los subproductos animales no destinados al consumo humano; y la instrucción, tramitación y resolución de diversas líneas de ayuda a la ganadería.
Con ello, la Consejería de Agricultura pretende avanzar en el acercamiento de la Administración a la ciudadanía e incrementar la calidad de sus servicios públicos en general, además de los prestados en materia de ganadería en particular.
Los compromisos asumidos en la Carta de Servicios de Ganadería están asociados a unos indicadores objetivos que permiten medir su consecución y grado de cumplimiento.
La Carta de Servicios de ganadería entró en vigor el 1 de enero de 2013, estableciéndose la obligación de revisar sus compromisos cada dos años.