El Gobierno de Castilla-La Mancha ha denunciado que el aumento de los caudales ecológicos del río Tajo quedará vinculado a partir de 2026, según la última propuesta del plan hidrológico, a un «Programa Especial de Vigilancia y Control» del acueducto Tajo-Segura, «un documento inventado al margen» de dicho plan hidrológico.

Según el documento interno que establece la posición que Castilla-La Mancha defenderá este martes en el Consejo Nacional del Agua, y el que ha tenido acceso EFE, la comunidad autónoma considera que le atañe «el relativo a la demarcación del Tajo», «no solo por el contenido, que ya es especialmente pernicioso, sino porque se ha realizado de forma clandestina, en el último momento, y sin espacio a una modificación ulterior».

«Se ha tirado por la borda el prolijo trabajo de más de tres años que se ha venido realizando hasta el día de hoy, para modificarlo de forma premeditada, evidenciando así la importancia mínima que la Dirección General del Agua da al proceso de participación pública», ha criticado el Gobierno regional.

En particular, Castilla-La Mancha ha denunciado que la implantación progresiva de caudales ecológicos del eje del Tajo ha sido supeditada a un «documento inventado y completamente ajeno» al plan hidrológico que «condiciona su aplicación», en alusión al «Programa Especial de Vigilancia y Control» del acueducto Tajo-Segura que el Gobierno central aprobará a través de una orden ministerial, es decir, distinto al Real Decreto.

Este programa de vigilancia, diseñado al margen del plan hidrológico, se revisará en 2026 para decidir si se incrementan, o no, los caudales ecológicos aplicados hasta ese momento.

En concreto, Castilla-La Mancha denuncia que en el caso del Tajo a su paso por Aranjuez, hasta 2026 el caudal ecológico debe incrementarse desde los 6 metros cúbicos por segundo actuales hasta los 7 metros cúbicos por segundo, si bien queda en el aire que se puedan alcanzar los 8,65 metros cúbicos por segundo previstos para 2027, lo que supondría 1,65 metros cúbicos por segundo menos.

Para el caso de Toledo, en la actualidad pasan 10 metros cúbicos por segundo de media y hasta 2026 se debe incrementar hasta los 12,525 m³/segundo, si bien no se garantiza que en 2027 se alcancen los 17,25 m³/segundo previstos inicialmente, lo que supone 4,73 m³/segundo menos.

En Talavera de la Reina, el caudal medio actual es también de 10 m³/segundo y se prevé que hasta 2026 se incrementen a 12,825 m³/segundo, aunque no se asegura llegar a los 18 m³/segundo en 2027, lo que pone en riesgo un aumento de caudal de 5,18 m³/segundo.

DENUNCIA QUE EL PROGRAMA DE VIGILANCIA TRATA DE BLOQUEAR LOS CAUDALES ECOLÓGICOS

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aseverado que, si se analiza «en detalle» el contenido del programa de vigilancia, el objetivo del documento es «muy claro, que es el de intentar bloquear el incremento de caudales ecológicos».

Pero ha denunciado que el documento inventado «no recoge entre sus más de 100 páginas quién o qué organismo tiene potestad para vigilar, para controlar y, sobre todo, con qué respaldo legal».

Ha rechazado, asimismo, que dicho programa de vigilancia «no proporciona información acerca de qué medidas son necesarias para considerar que la evolución es favorable, ni desarrolla cómo se valorarán los objetivos que se pretenden conseguir, incurriendo en una situación con un claro componente subjetivo que bajo ninguna circunstancia tiene encaje en un documento normativo».

El Ejecutivo castellanomanchego ha apuntado que «alguien pudiera pensar que aumentando ligerísimamente el caudal se conseguiría paliar el deficiente estado cualitativo del río Tajo» y ha señalado que «parece claro que este es el planteamiento del Ministerio, puesto que en caso de que se alcanzaran los objetivos ambientales antes de 2026, no sería preciso realizar más incrementos de caudal».

Pero ha sugerido hacer la consideración a la inversa, y si plantear que «los objetivos medioambientales actuales están lejos de ser alcanzados, ¿por qué no se incrementan los caudales hasta el máximo considerado de forma inmediata y se deja para un futuro plan hidrológico su revisión?».

Sin embargo, Castilla-La Mancha ha espetado que «el objetivo de mejorar la calidad en el río lo antes posible queda supeditado al objetivo principal, que no es otro que el de conseguir que el volumen trasvasado no se vea afectado, blindándolo así una vez más».

Por otro lado, también ha considerado que se vulnera el principio de la cuenca cedente, ya que ha denunciado que el plan de cuenca que se debatirá este martes recoge que «los regímenes de caudales ecológicos en el eje del Tajo se aplicarán respetando los desembalses máximos admisibles desde la presa de Bolarque hacia el río Tajo».

«En cualquier caso, y ante cualquier adversidad, el incremento de agua destinada a la cuenca del Tajo no se conseguirá a costa del trasvase», ha lamentado el Gobierno castellanomanchego.

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