La Junta ha descartado riesgo para la salud humana y una implicación negativa en las exportaciones en Castilla y León tras detectarse un caso de encefalopatía en una vaca de una explotación ganadera de Galinduste (Salamanca), que ha obligado a sacrificar a la res y otras tres más en Salamanca y Ávila.
Así, según han señalado a Efe fuentes del Gobierno regional, este caso tampoco afecta al estatus de la cabaña ganadera de Castilla y León.
Se trata de un caso distinto a la encefalopatía espongiforme bovina o el llamado ‘mal de las vacas locas’
El motivo se debe, según las mismas fuentes, a que se trata de un caso de encefalopatía atípica, que es diferente a la encefalopatía espongiforme bovina, conocida como la enfermedad de las vacas locas.
El pasado 23 de febrero, el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete recibió una muestra de tronco encefálico bovino desde el laboratorio regional acreditado de sanidad animal de Castilla y León, tras haber obtenido resultado positivo en una vaca de la explotación de Galinduste (Salamanca), aunque comprada en Horcajo Medianero.
Como consecuencia, se han tenido que sacrificar tres vacas del municipio salmantino de Horcajo Medianero y otra más en la localidad de Bonilla (Ávila).
El hambre es muy mala consejera.