La Casa de Campo vuelve a contar con un rebaño de 600 ovejas para recuperar el pastoreo preventivo y contribuir a impedir incendios y a la regeneración del suelo de la Casa de Campo, como sucedía hasta 2008. pese a la medida medioambiental, el Consistorio cobrará por ceder los terrenos.
La alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, cumple así el compromiso del Ayuntamiento de Madrid de recuperar este pastoreo preventivo, tal y como adelantó en la última la Fiesta de la Trashumancia.
Para ello, el área de Medio Ambiente y Movilidad ha adjudicado el contrato para la gestión de los pastos de la Casa de Campo a la cooperativa Los Apisquillos, que traerá un rebaño de ovejas trashumantes entre mediados de octubre y mediados de junio pues en el periodo estival se agostan los pastos.
Los ovinos son de la raza Rubia del Molar, en peligro de extinción, y estarán siempre acompañados por un pastor y servirán para prevenir incendios de forma natural.
El rebaño se guarda en los rediles durante la noche y durante el día está vigilado para impedir su acceso a zonas de regeneración forestal y conseguir una rotación de las ovejas por las partes pastoreables del parque forestal, cuya superficie estimada es de 954 hectáreas.
la cooperativa Los Apisquillos deberá abonar al Ayuntamiento la cantidad de 5.795 euros
Para beber, el rebaño utilizará seis abrevaderos del parque fijados por Ayuntamiento.
El contrato de este pastoreo preventivo tendrá una duración de dos años, prorrogable por otros dos, en los que la cooperativa deberá abonar al Ayuntamiento la cantidad de 5.795 euros, añade la nota.
La presencia del rebaño trashumante en la Casa de Campo permitirá desarrollar realizar actividades educativas y culturales y acercar el mundo rural a Madrid, apunta el consistorio en un comunicado.
La ganadería trashumante se remonta al Neolítico y, en la actualidad, se vuelven a utilizar los rebaños ovinos como ‘bomberos’ en ámbitos forestales y parques naturales en Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña y Madrid.
En la región madrileña, casi 10.000 cabezas de ganado -principalmente ovejas y cabras pero también vacas y caballos- participaron en 2018 en el proyecto de pastoreo controlado como tratamiento preventivo contra incendios forestales en la región madrileña, donde se han visto beneficiados por esta iniciativa 28 pueblos.