Jose Manuel De Las Heras / Coordinador Estatal de Unión de Uniones

jose manuel de las heras unoin unionesTerminábamos la semana pasada con la noticia del Brexit y comenzamos esta con la ausencia de sorpasso, y la presencia de la sorpresa, por los resultados y por el nulo acierto de las encuestas.

En una sociedad avanzada y democrática entendemos que cada pueblo tiene el derecho de escoger su destino, pero en ningún sitio está escrito que esa elección deba estar basada en información parcial, interesada, retorcida y manipulada durante años.

Con respecto a Reino Unido, me gustaría saber si los ciudadanos británicos han contado estos últimos años con toda la información de lo que Europa acierta y yerra en relación con las políticas que les afectan. Seguramente no, y Europa, para ellos, como para nosotros, es casi representada como un “yin y yang”, como casi todo en este mundo, dependiendo de los ojos con los que se mire. En cualquier caso, el pueblo británico ha hablado y ahora toca respetar lo que democráticamente ha decidido.

A pesar de ello, sí me gustaría hacer hincapié en algo que a nuestro sector toca de lleno, y es que la mayor parte de los votos a favor del Brexit han venido desde las zonas rurales. Muy probablemente tampoco se les pueda responsabilizar de ello ya que, si trasladamos el nexo con la Unión Europea en las zonas rurales de nuestro país, mucha de la información que hemos estado recibiendo sobre las políticas europeas está totalmente distorsionada, como, seguramente, ha llegado a Reino Unido.

En el estado español se han realizado con dinero comunitario miles de obras y actuaciones de mejora de las comunicaciones, en carreteras puentes, vías férreas, que se han apresurado a inaugurar alcaldes, consejeros, presidentes, de las comunidades autónomas, ministros… con pomposos discursos en los que nunca se citaba el origen de esas políticas y recursos. Más bien, del tono de las intervenciones, parecía desprenderse el gran esfuerzo de las administraciones presentes, por no decir el del político de turno, como si las pagara de su bolsillo. Allí no estaba el funcionario comunitario ni el Presidente de la Comisión Europea. En el mejor de los casos, un cartel que, a fuerza de no ponerlo, acabaron por imponer desde Bruselas la obligación de que estuviera “Obra cofinanciada por el FEDER” y las estrellitas.

No sólo eso, si a los agricultores y ganaderos nos hubieran dado 100 euros por cada una de las veces que nos han dicho aquello de “esto no lo permite Europa”, “esto lo ha mandado hacer así Europa y son los que pagan…” referido a políticas que dificultan el sector y que, ni mucho menos venían de la Comisión, seríamos todos millonarios. Y se acabaron los problemas. Así que no nos sorprende que los agricultores y ganaderos británicos hayan votado a favor del Brexit respondiendo a las bondades de su Administración y rechazando esa Europa mala que obliga a tomar medidas en contra de los productores.

Si los agricultores y ganaderos queremos saber la verdad de lo que se aprueba en Europa no es necesario que nos pongamos a estudiar tratados y reglamentos y a aprender idiomas, bastaría con que nos busquemos partidos políticos, organizaciones agrarias y mediadores fiables que nos digan la verdad y no lo que queremos oír o lo que les conviene a ellos decirnos para justificar su ineficacia.

Esto es sólo un ejemplo, por no mencionar la cantidad de cursos para mejorar la formación que se reciben gracias al Fondo Social Europeo.

Pero así como el pueblo británico ha hablado, lo hizo también el domingo el español y con el Brexit de fondo, y lejos de cambios, se ha obtenido prácticamente el mismo resultado que hace seis meses, una especie de dejà vu. Ahora comienza el juego de pactos hasta que no venza el plazo, cruzando los dedos para que no se derroche más nuestro dinero en otras elecciones absurdas.

Muchos piensan que los que están arriba no tienen nada que ver con los que estamos abajo, y, en cambio, no es así. Vivimos en un mundo tremendamente conectado y nos afectan los de arriba y los de al lado. Nos afecta la salida de Reino Unido de Europa – tendremos que estudiar a fondo en qué medida – y nos afectan los resultados de estas elecciones, nos afectan directamente.

Que el Gobierno de turno quiera o no quiere incluir, de verdad – y no sólo de boquilla-  en la agenda política la agricultura, la ganadería y el medio rural, nos afecta, vaya si nos afecta y quizá, tengamos que revisar qué información nos dieron en las zonas rurales en la que nos basamos para ir a las urnas, tendremos que hacer un seguimiento, una especie de auditoría para que no piensen que las promesas no van acompañadas de actos.

Felices pactos.

×