La campaña, que sigue en marcha, tiene como objetivos proteger a los ganaderos de Cantabria, evitando una caída de los precios de la leche que haga inviables sus explotaciones; y defender la libre y leal competencia entre todas las empresas distribuidoras.
Esta iniciativa es consecuencia de la normativa regional de comercio en la que se prohíbe la venta con pérdida, entendiendo por tal la venta de un producto a un precio inferior al de adquisición según factura.
Tras las inspecciones realizadas en estos seis meses, se han inspeccionado 24 establecimientos comerciales de grandes empresas de distribución y se han iniciado cuatro expedientes sancionadores por venta con pérdida.