Los pescadores no podrán capturar más peces a partir del 1 de junio en los ríos de Cantabria, ya que la Consejería de Pesca ha decidido vedar todos los ríos de la comunidad autónoma por la falta de caudal debido a la sequía, que puede originar «situaciones de alta vulnerabilidad para los peces».

La resolución, acordada el pasado día 23 por el Consejo Regional de Pesca y que publica este viernes 26 el Boletín Oficial de Cantabria, no afecta a la pesca en el embalse del Ebro ni a la del cangrejo señal.

También en el tramo del río Deva que Cantabria comparte con Asturias, se podrá seguir pescando aunque solo los días pares, ya que la veda también se aplica en esa cuenca en los días impares.

La sequía está originando «alta vulnerabilidad para las poblaciones de peces»

La resolución del departamento cántabro de Pesca apunta la «ausencia generalizada» de precipitaciones, tanto de nieve como de lluvia, que han llevado a que los actuales niveles de agua en los cauces fluviales de Cantabria «sean anormalmente bajo para este época del año».

Esa situación, según asegura la Consejería cántabra, está originando «alta vulnerabilidad para las poblaciones de peces», que en esas condiciones se concentran en determinados lugares, lo que «favorece la aparición de episodios de mortalidad y sobre depredación y facilita posibles episodios de furtivismo».

También el bajo caudal de los ríos ha llevado a la Consejería a adelantar varios meses las labores de rescate de ejemplares de especies piscícolas, «que desgraciadamente son ya habituales durante los estiajes de muchos» ríos de Cantabria.

La Consejería de Pesca recuerda, además, en su resolución, que el pasado día 22 el Parlamento cántabro aprobó por unanimidad instar al Gobierno regional a poner en marcha un plan de emergencias contra los efectos de la sequía.

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