El ministro ha señalado la mejora de la calidad alimentaria, la exportación y la innovación como prioridades políticas para lo que resta de legislatura, unidas a la corrección de los desequilibrios actuales en la cadena de valor, durante su intervención en El Ágora de "El Economista", en la que ha destacado que el Gobierno dará prioridad a la "expansión exportadora" del sector alimentario.

"Se acabó de vender graneles a bajo precio"


    Aún así, el ministro ha precisado que "se ha terminado la época de vender graneles a bajo precio", porque los productos de calidad deben venderse embotellados y con marca, como aceites o vino.

    Estos productos deben posicionarse "en el segmento que les corresponde": "No podemos ser el vino más barato europeo", sino el que tenga una relación adecuada calidad-precio, ha añadido.

    Para potenciar una mayor internacionalización, ha apuntado que el Ministerio de Asuntos Exteriores "ha cambiado la dinámica" de la representación española fuera de sus fronteras y ahora las embajadas serán la "punta de lanza del desarrollo comercial".

Se apuesta por eliminar las trabas a la exportación


    Según ha apuntado, Agricultura trabajará para eliminar trabas a la exportación, que en muchos casos se deben a normas sanitarias, aplicación de estándares, informes de parlamentos nacionales que "cuestionan nuestros productos" o incluso por "razones políticas".

    En el ámbito nacional, reconoce el problema de los desequilibrios de la cadena de valor, lo que hay que corregir, porque de lo contrario se podría dar el caso de que se dirijan a la exportación las producciones en búsqueda de más competitividad y se produzca, por tanto, desabastecimiento de productos de calidad al consumidor.

    En su opinión, hay una clara "asimetría" en el poder de negociación que supone la existencia de 30.000 empresas agroalimentarias frente a 9 grupos de distribución, de los que uno sólo va camino de concentrar el 27 % de todas las ventas.

    Para luchar contra este desequilibrio, ha recordado la apuesta del Ministerio por la Ley de mejora de la cadena, que ha sido "toda la ambiciosa que nos ha dejado Competencia".

    "La guerra de precios en España no guarda parangón con ningún otro país de la Unión Europea", ha incidido, por lo que ha defendido que sea en ámbito comunitario desde donde se impulse una legislación que incluya alguna excepción en las normas de competencia que permita sancionar determinadas prácticas.

    En este sentido, ha explicado que han remitido la ley a Bruselas y los países comunitarias para intentar buscar "entre todos, más equilibrio".

    Por otra parte, ha defendido medidas como la ley de fomento de la concentración de cooperativas para acabar con la atomización actual y, en este punto, preparan el Real Decreto que establecerá la características que deben tener las entidades asociativas prioritarias, que serán objetivo de las ayudas para su fusión gracias al futuro programa nacional de desarrollo rural.

El programa nacional de innovación se presentará antes de primavera


    Otra de las prioridades citadas ha sido generar proyectos de innovación que permitan trasladar estas mejoras a toda la cadena alimentaria, y aprovechar que por primera vez la Unió Europea dispondrá para este fin de alrededor de 4.000 millones de euros.

    Además, ha puesto fecha para la presentación de este programa nacional de innovación para el sector alimentario: antes de que termine la primavera del año que viene.

    Según el ministro, al final, los productos innovadores "alcanzan siempre su puesto en el mercado", aunque ha mostrado su rechazo a que las marcas blancas puedan "parasitear" los logros alcanzados por algunas enseñas y replicar estos avances en sus productos sin haber realizado esfuerzos, ni inversiones en su desarrollo.

    Ha remarcado la apuesta del Gobierno por la calidad, y en este sentido ha defendido la prohibición de aceiteras rellenables, que impedirá que en los restaurantes sirvan "un liquido color amarillo" y sobre cuyo contenido "admite apuestas" de lo que pueda ser, y tendrá beneficios en la imagen del producto que se llevan los 6,5 millones de turistas que visitan España, potenciales compradores.

    En su intervención, ha defendido los cambios estructurales impulsados por el Gobierno para sortear "la mochila llena de plomo" que, en su opinión, heredaron del anterior Ejecutivo, que los ciudadanos han hecho grandes sacrificios y que las reformas "han sido muy duras" pero "están empezando a dar resultados".

El 25 % de todos los productos alimentarios se venden ya en el exterior


    En los primeros nueves meses de 2013, han aumentado un 4,9 % las exportaciones, por valor de 28.000 millones de euros, con un saldo positivo para la balanza comercial de 5.632 millones, ha afirmado.

    El 25 % de todos los productos alimentarios se venden ya en el exterior, lo que sitúa a España en el octavo exportador mundial, con sectores líderes como frutas y hortalizas, aceite, vino, carne porcina o conservas de pescado.

    Ha resaltado datos positivos como la mejoras en renta agraria e indicadores como la demanda de fertilizantes o el consumo en hogares en un contexto en el que resalta las posibilidades de futuro para el comercio interior y exterior de productos agrarios.

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