Tegueste, en Tenerife, y Santa María de Guía, en Gran Canaria, municipios que cuentan con una importante actividad agrícola y llevan a cabo la comercialización de estas producciones en entornos cercanos, han sido las áreas seleccionados para la recogida de muestras de estas sustancias. A partir de entonces, se estudiará el empleo que se está haciendo de estos productos y si existe transferencia de los mismos al agua, suelo o cultivos, para, posteriormente, elaborar un manual de buenas prácticas adaptado a las singularidades de cada territorio con fin de mejorar el uso de estos productos.

    En definitiva, estas acciones permiten poner en valor los productos hortofrutícolas procedentes de pequeñas explotaciones locales, como productos de alta calidad debido a que cuentan con un bajo nivel de productos fitosanitarios, mediante la sensibilización de los consumidores.

    Actualmente existen alternativas al uso de pesticidas que incluyen métodos de cultivo usando controles biológicos, tales como feromonas y pesticidas microbianos, ingeniería genética, y métodos de disrupción de la reproducción de insectos. Estas actuaciones están ganando popularidad en el campo por ser más saludables y a veces también más efectivas.

    Este proyecto piloto, que se desarrollará hasta finales de año, se enmarca en el Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza España-Fronteras Exteriores (POCTEFEX) y está financiado con recursos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEADER). Se trata de una iniciativa del Gobierno de Canarias, promovida a través de la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR) y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), que cuenta con la colaboración del Consejo Regional de Souss Massa Draa (CRSMD) y la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (ONSSA).

    El origen de este trabajo conjunto surge de programas anteriores de colaboración con el país africano, dirigidos a la lucha contra plagas en palmerales y a la recuperación de zonas pesqueras.

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