En relación con el sector porcino, el coordinador de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, ha recordado que "Campofrío da empleo a 3.000 personas y que hay 2.000 granjas afectadas", que no tendrán derecho a ningún ERE, y ha mostrado su preocupación por la "incertidumbre" de los ganaderos que trabajan para esta empresa, que "al día se matan unas 7.000 cabezas de ganado, 35.000 a la semana y 1,5 millones al año" y ahora "no se sabe si van" a poder seguir haciéndolo o no.
Por ello ha demandado a la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, y a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, "que busquen alternativas con otros operadores del mismo sector para que absorban la producción".
"Es importante que haya coordinación entre los operadores y que se produzca con celeridad, porque no se pueden almacenar los cerdos", ha explicado el coordinador de la organización agraria, quien ha confiado en la "voluntad política" para que se solucione la situación de los ganaderos que trabajan para Campofrío.
La empresa busca las mejores soluciones para sus trabajadores
Por su parte, el objetivo de la empresa es el de reducir el periodo en que será necesaria esta suspensión laboral de su plantilla y ha anunciado la intención del grupo de acelerar al máximo la construcción de la nueva planta, que directivos de la compañía estimaban ayer que podía estar terminada a finales de 2016.
González ha recibido el aplauso de las cerca de 1.500 personas que han llenado la sala principal del Fórum Evolución cuando ha asegurado que la empresa saldrá adelante y la nueva planta será "la más moderna del grupo en todo el mundo".
En declaraciones a Efe, el presidente del Comité de empresa europeo de Campofrío, Pablo Fraile, ha reconocido su "optimismo" por el compromiso de la empresa de construir una nueva planta y mantener el número de empleados.
Sin embargo, ha insistido en que Campofrío podrá hacer una gran inversión pero se necesita también el apoyo de las administraciones para ayudar a las familias afectadas y para respaldar a la empresa, que es una de las más exportadoras de España.
Ha planteado también la conveniencia de agrupar a todos los afectados por el cese temporal de actividad, al margen de la propia plantilla de Campofrío, porque hay otras empresas cuya actividad depende de la planta incendiada.